lunes, 4 de diciembre de 2017

DIEZ EN CONDUCTA PARA EL FMI Y EL BANCO MUNDIAL 

 


POR: GUILLERMO OROZCO R.

José Antonio Meade Kuribreña es el candidato del imperialismo norteamericano para quien México representa la joya de la corona, nuestro países baluarte  para preservar el neoliberalismo en América latina, es el país al que más le invierten para evitar que se transforme en un sistema socialista o cuando menos en un sistema nacionalista.
Meade no es una imposición de Peña Nieto, de haberlo sido el candidato sería Aurelio Nuño, tampoco es una imposición del PRI, es una designación directa de los grandes consorcios financieros, del FMI (Fondo Monetario Internacional) y del BANCO MUNDIAL que cuidan los intereses de los Estados Unidos, para los cuales el exsecretario de hacienda tiene un diez en conducta.
El ya candidato del PRI a sus 48 años ha sido titular de cuatro secretarías de Estado en dos gobiernos de distinto signo político, con el PAN y con el PRI. El exsecretario de Hacienda encarna mejor que cualquier otro aspirante la continuidad del sistema PRIANista: corrupción, desigualdad y saqueo. La presencia de Meade en la boleta no dejará duda alguna con respecto a la disyuntiva central de los próximos comicios: mantener la política de corrupción, saqueo y empobrecimiento del pueblo y todo lo contrario a los intereses nacionales.
Meade es hijo de un priista, Dionisio Meade, y sobrino nieto de uno de los fundadores del PAN, Daniel Kuri Breña. Como buen tecnócrata, estudió su licenciatura junto con Luis Videgaray en el ITAM y su doctorado en escuelas de Estados Unidos, siguiendo el ejemplo de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.A este hombre no le interesan ni la justicia social ni el fortalecimiento institucional, no tiene carisma, ni construyó un liderazgo fuerte, el sistema le está construyendo su propia  imagen.
Lo que más caracteriza a Meade es su fiel servilismo hacia el dinero.  El poder, los bancos y servir alos poderosos,que han sido sus negocios favoritos. Los saqueadores de la patria y los consorcios extranjeros lo ven con muy buenos ojos y su candidatura tendrá seguramente el apoyo de muchos militantes panistas, porque finalmente es panista.
Nos quieren vender la idea de que es un hombre honesto, pero su trayectoria dice lo contrario. Inició su carrera política durante el sexenio de Ernesto Zedillo como secretario adjunto de Protección al Ahorro en el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), institución que fue creada en 1998 para legalizar el enorme fraude cometido por los banqueros,  quienes ya habían sido salvados y solapados por el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Posteriormente, se incorporó de lleno a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón como director general del Banrural al que desmanteló y desapareció, subsecretario de Ingresos y secretario de Hacienda, entre otros cargos.Meade no tiene militancia priista aparente, tiene sólo intereses.
En 2012, Enrique Peña Nieto tomó la  decisión de mandar a Meade a la Secretaría de Relaciones Exteriores, un cargo para el cual no tenía experiencia o preparación alguna. Fue el único integrante del gabinete de Calderón que gozó de un pase directo a la administración de Peña, así se lo habían ordenado.
Ante la baja aceptación de un  PRI completamente derechizado, se ha iniciado un proceso simulador, se tuvo que recurrir  a un candidato leal al presidente y con un diez en conducta de acuerdo a los intereses de los Estados Unidos y sus organismos financieros,pero ajeno al partido que lo postula, ya los medios de comunicación empiezan con su estrategia Goebbeliana llena de mentiras para hacernos creer que tiene el valor de la honestidad, un candidato sin experiencia política que carece de dotes de estadista, sin ninguna intervención destacada en relaciones exteriores y en Hacienda bailando al son del gobierno en turno con los gasolinazos.
José Antonio Meade es un candidato con perfil perdedor,pesarán sobre él sus estrategias antipopulares que despertarán el hartazgo de la población, el candidato sin partido según la propaganda,es el candidato del aparato,  es cobijado por la ahora rechinante, destartalada  y ya no tan eficiente maquinaria  priista.Esa es la carta de los neoliberales para detener el inminente triunfo de López Obrador.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 4 de Diciembre de 2017