jueves, 19 de diciembre de 2019

FELIPE ÁNGELES RAMÍREZ: EL ESTRATEGA REVOLUCIONARIO REIVINDICADO


POR: GUILLERMO OROZCO RODRÍGUEZ


* Otro personaje reivindicado por el gobierno de la cuarta transformación
* Fue homenajeado el 26 de noviembre a 100 años de su fusilamiento con la presencia del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador



Nació el 13 de junio de 1869 en Zacualtipán; Hidalgo, otros dicen que en Molango de la misma entidad. Hijo de Felipe ángeles Melo un agricultor que alcanzó el grado de coronel y que había luchado contra dos intervenciones extranjera, la estadounidense de 1847 y la francesa en 1862. Realizó sus estudios primarios en Huejutla y Molango, posteriormente es alumno del Instituto Científico y Literario de Pachuca. Gracias a una beca otorgada por el gobierno de Porfirio Díaz pudo ingresar al Colegio militar a la edad de 14 años. Ahí sobresalió como uno de los oficiales más brillantes, egresando como Teniente Técnico de Artillería, estudios que perfeccionó en Estados Unidos y en Francia le fue concedida la orden de la Legión de Honor por los méritos realizados durante sus estudios.

El historiador Pedro Salmerón Sanginés explica que el general Ángeles perteneció a una generación de militares de carrera. “Lo distingue que uso por encima la ética y la lealtad”,  “Representa la lealtad, la ética y la honestidad”. Ángeles tenía una relación estrecha con el presidente Francisco I. Madero, quien lo nombró director del Colegio Militar en 1912.
Este militar fue una de las últimas personas que vio con vida a Madero antes de su asesinato en el hecho conocido como La Decena Trágica. Fue desterrado por el Gobierno de Victoriano Huerta, pero regresó poco después para unirse a las fuerzas de Francisco Villa.
Felipe Ángeles “llegó a Chihuahua justo a tiempo para participar en la mayor operación militar que se había librado en la Revolución hasta ese momento: la batalla o batallas que, por el dominio de la Comarca Lagunera, enfrentó a la División del Norte contra las fuerzas federales del gobierno del general Victoriano Huerta, entre el 20 de marzo y el 10 de abril de 1914”.
Ángeles fue jefe de la Brigada de Artillería de la División del Norte, aunque su calidad de estratega militar le convirtió en pieza clave para el general Francisco Villa. La batalla de Zacatecas, triunfo clave para los Dorados de Villa, “representa el cenit de la carrera militar de Ángeles”. Villa movilizaba todas las fuerzas disponibles en 1914 desde Torreón con Ángeles y con Tomás Urbina como avanzadas para conocer el terreno y diseñar la batalla.
Llegó el 22 de junio del 1914. Felipe Ángeles diseña exitosamente el plan de Zacatecas. Con la caída de Zacatecas vendría pronta la caída de Huerta. Ángeles fue parte de la Convención de Aguascalientes, donde los villistas lo proponían como candidato a la Presidencia.
Fracasado el objetivo primordial de la Convención (evitar la guerra civil entre los revolucionarios victoriosos), reinició la lucha armada. Una brillante operación militar le dio a la alianza de la División del Norte y el Ejército Libertador del Sur (zapatista) el dominio de la ciudad de México a sólo tres semanas de iniciada la nueva guerra. Ahí, en Xochimilco y en la capital de la República, entre el 4 y el 10 de diciembre de 1914, se sellaron alianzas estratégicas y se tomaron decisiones fundamentales.
Desde aquellos días se construyó una explicación de la guerra civil según la cual la alianza villista-zapatista tenía todos los elementos a su favor para ganarla y que la perdieron porque no se plantearon la toma del poder, por ser campesinos e iletrados; además, porque Villa habría cometido el error irreparable de no atender el consejo de Ángeles en el sentido de lanzar toda la fuerza de la División del Norte contra Veracruz, sede del gobierno de Carranza.
“¿Por qué Villa no lo hizo? La respuesta de los historiadores a esta pregunta se ha convertido en uno de los mitos más poderosos sobre la Revolución”, tal vez la falta de visión de Estado.
Vencido y aislado, merced a la traición de Félix Salas, Ángeles fue aprehendido junto con cuatro de sus seguidores, en una cueva del Cerro de las Moras, Cañón de San Tomé, Valle de los Olivos, en el estado de Chihuahua, el 15 de noviembre de 1919.  Al ser capturado vivo por el exvillista Gabino Sandoval, Ángeles no podía ser ejecutado sumariamente como lo fue su escolta, sin que el gobierno de Carranza recibiera el repudio de la opinión pública nacional e internacional ya escandalizada por el reciente asesinato de Zapata. Por eso trasladó su consignación a un tribunal militar que ordenara su muerte de manera «legal«. Multitudes de simpatizantes acudieron a recibir a Ángeles a su paso por las estaciones de ferrocarril rumbo al lugar de su «juicio».
Fue conducido a la capital de Chihuahua, donde en el Teatro de los Héroes, el 24 de noviembre siguiente, se le formó consejo extraordinario de guerraintegrado por los generales Gabriel Gavira, Miguel Acosta, Fernando Peraldi, Silvino M. García y J. Gonzalo Escobar. Durante los dos días que duró el juicio, los cuatro mil asientos del teatro se llenaron y afuera permanecieron miles de personas, que en su mayoría reconocían los méritos del general exvillista.
A pesar del clamor de la concurrencia que en la sesión pidió su perdón, se le condenó a muerte por el delito de rebelión. Durante la tarde, comisiones de damas y de extranjeros trataron inútilmente de entrevistarse con el general Manuel M. Diéguez (participante en la huelga de Cananea) para solicitar el indulto. La defensa solicitó amparo a la Suprema Corte de Justicia, la que contestó que se debía dirigir al juez del Distrito de Ciudad Juárez. En la capital de la República, en la Cámara Baja, el diputado Alfonso Toro fracasó en hacer que se tratara el indulto de Ángeles, que se turnó burocráticamente a comisiones. Carranza tampoco se ocupó de las peticiones de indulto.  Todo fue una táctica dilatoria.
Después dictó una carta y más tarde otra más, dirigida a su esposa Clarita, que concluyó así: “He tenido hasta ahora ternura y amor infinito por la humanidad y para todos los seres del universo. Desde este instante, mi ternura, mi amor y mi recuerdo serán para ti y para nuestros cuatro hijos”.
Felipe Ángeles pidió antes del fusilamiento como gracia a sus verdugos que el pelotón tuviera ya las armas listas y que disparara en cuanto llegara. Otra versión fue que pidió se le concediera ordenar él mismo su fusilamiento. Así se hizo a las seis de la mañana del 26 de noviembre de 1919 en el cuartel del 21 Regimiento de Caballería de Chihuahua. El mismo dio la orden de fuego.
En testamento político dijo: “Mi muerte hará más bien a la causa democrática que todas las gestiones de mi vida. La sangre de los mártires fecundiza las buenas causas”.  En Hidalgo lo recuerdan por su frase: “Por qué temerle a la muerte, si no le temo a la vida”.
Fuente.-. Salmerón Sanginés Pedro. Breve Historia del Villismo
Guillermo Orozco Rodríguez.- Diciembre 9 de 2019.


lunes, 9 de diciembre de 2019

El PRD entre la ignominia 

y la traición histórica 



POR: GUILLERMO OROZCO R.

* El Partido de la Revolución Democrática surgió en 1989 gracias al registro que ostentaron alguna vez el Partido Comunista Mexicano, el Partido Socialista Unificado de México y el Partido Mexicano Socialista
Apenas terminado el proceso armado de la Revolución Mexicana, un grupo de mexicanos sensibilizados por las luchas sociales habidas en el país desde las huelgas de Cananea (1906) y Río Blanco (1907), y por el triunfo de la Revolución Rusa de fines de 1917, decidieron fundar el 24 de noviembre de 1919 el Partido Comunista Mexicano, que al paso del tiempo se convirtió en la formación política más importante de la izquierda nacional en el siglo XX. La Historia del Comunismo en México tiene el mérito de ser la primera historia del PCM que abarcó 62 años de existencia.
En la fundación del PCM participaron varios extranjeros exiliados en el país(destacando el hindú Manabendra Nath Roy, y los norteamericanos José Allen y Charles Philips), así como los mexicanos José C. Valadés, Francisco J. Múgica, Felipe Carrillo Puerto, Manuel Díaz Ramírez, Gerónimo Calvo, entre otros simpatizantes del Rojo Octubre ruso. Una de las primeras decisiones del organismo fue integrarse a la Internacional Comunista (formada también en 1919) y asistir al Congreso realizado en 1920 por ésta, en la recién surgida Unión Soviética (URSS).
La conmemoración del centenario de la formación del Partido Comunista Mexicano (PCM,), es una inmejorable oportunidad para echar una mirada a una agrupación política que acompañó de forma activa el laborioso camino de México rumbo a la democracia.
Para las generaciones más recientes el término comunista suele estar asociado a episodios como la demolición del Muro de Berlín o la disolución de la Unión Soviética, que a finales del siglo pasado marcaron el desplome de un modelo económico-social que durante ocho décadas se presentó como alternativa al capitalismo, y que generó en todo el mundo diversas esperanzas de cambio para las mayorías. A partir del 6 de noviembre de 1981, por decisión de su XX y último congreso dejaba de existir el Partido Comunista Mexicano.  Sus miembros se fusionaban con otras fuerzas de izquierda, para constituir una nueva organización: el Partido Socialista Unificado de México. Posteriormente  se convierte en Partido Mexicano Socialista (1988), y al final de este último y por urgencia y necesidad se forma el  Partido de la Revolución Democrática (1989). Lástima que se  dilapidó este registro –comenta Alejandro Encinas. 
Con la disolución del Partido Comunista transformado en Socialista Unificado y el aglutinamiento de otros de la misma tendencia, la izquierda mexicana dejaba atrás décadas de marxismo-leninismo, así como las metas de la dictadura del proletariado cuya fuerza se había debilitado con la desaparición del bloque socialista y de los polos que dominaron la lucha política e ideológica en el mundo en los años de la guerra fría. Las propuestas de la nueva izquierda, como ha ocurrido en Europa y en otras partes del mundo, debían ser la oposición al avance incontenible del neoliberalismo y los excesos de la economía de mercado y la globalización para dar a la nueva realidad de la economía y la política mundial un verdadero carácter social, en el que se conjugaran el mercado y el Estado para un desarrollo con justicia social.
Minoritario, clandestino, hostigado y reprimido por los distintos gobiernos que se sucedieron al término de la Revolución Mexicana, el PCM fue un importante referente para la izquierda y los grupos progresistas que en México se opusieron al régimen de partido únicobuscando la equidad social y mejores condiciones de vida para los trabajadores. En esa desigual contienda, los comunistas mexicanos utilizaron los métodos más diversos de lucha: desde la vía armada hasta la cultural, que fue la que precisamente le dio sus mayores logros. Pensadores, escritores, poetas, pintores, muralistas y artistas gráficos apoyaron y promovieron las luchas campesinas, obreras y estudiantiles, compensando la debilidad numérica del partido con la trascendencia de su producción estética.
Sin renegar de la vía democrática el PCM participó al menos en cinco elecciones presidenciales (1929, 1934, 1952, 1964 y 1976), aunque en dos de ellas ni siquiera contaba con registro. Valentín Campa enfrentó en esta última elección al priista José López Portillo y logró más de un millón de votos. Su principal vía de acción fue la participación –en diversos grados y proporciones– en movimientos sociales, obreros, campesinos y estudiantiles.
En un gesto generoso el  PMS le cede el registro al Partido de la Revolución Democrática hace 30 años, el PRD reunió en su fundación a las organizaciones y corrientes de la izquierda mexicana, se abría el camino para la formación de una fuerza moderna que con ese signo en diversas partes del mundo representaba opciones para el desarrollo de los países en la democracia.
Así nació el Partido de la Revolución Democrática en el que participaban lo mismo miembros progresistas del Partido Revolucionario Institucional que dirigentes de partidos y organizaciones de la izquierda tradicional, en una convergencia hacia la integración de una corriente basada en la modernidad y la realidad del mundo actual, una izquierda civilizada con propuestas practicables de carácter eminentemente social.
El PRD a 30 años de existencia vive o sobrevive en una situación de extremo decaimiento, cercano a su extinción y muy lejanas  las expectativas que generó  en el momento de su aparición, navega sin rumbo en un mar de ignominia y desprestigio.
Las razones fundamentales de su situación actual no son, como podría pensarse, las luchas intestinas entre las llamadas tribus en disputa por el poder. El problema del PRD es la pérdida de su identidad de izquierda y un pragmatismo que lo llevaron al total desprestigio, especialmente al firmar el pacto por México al inicio del sexenio de Peña Nieto.
Sus vaivenes y pérdida de brújula lo han llevado a transformarse de haber sido un partido de izquierda, a un apéndice de la derecha encabezada por el PAN, debido a la ambición  de una de las tribus, (la de los chuchos),  el PRD está condenado a una pronta desaparición. De no haber dado esos bandazos el PRD sería en estos momentos el partido en el gobierno.
Se lleva de paso en esa estrepitosa caída toda una gran historia de mística y conciencia revolucionaria de los que creyeron alguna vez en ese organismo político y de paso entierra  la historia del Partido Comunista Mexicano, del Partido Socialista Unificado de México y del Partido Mexicano Socialista que generosamente le cedió su registro.
Guillermo Orozco Rodríguez.- Diciembre 9 de 2019.


domingo, 1 de diciembre de 2019

VALENTÍN CAMPA SALAZAR: 

LUCHADOR SOCIAL REIVINDICADO

POR: GUILLERMO OROZCO RODRÍGUEZ


* Desde el 25 de noviembre, los restos del líder ferrocarrilero descansan en la rotonda de las personas ilustres
* Es el huésped número 117 del panteón de Dolores de la Ciudad de México
* Vivió con dignidad y conciencia revolucionaria. Murió envuelto en el manto sagrado de la dignidad y la justa medianía
* El seno de la familia de Valentín Campa fue un hogar comunista y ateo

En el marco del centenario de la fundación del Partido Comunista Mexicano que surge el 24 de noviembre de 1919, se honra la figura del incorruptible luchador social Valentín Campa Salazar.
El PCM es un partido histórico de la izquierda mexicana, a lo largo de su historia sufrió escisiones, reunificaciones, pasos por la clandestinidad, guerra sucia y cambios doctrinariosEl PCM fomentó la formación de varios de los más trascendentes sindicatos nacionales de la industria, así como de múltiples organismos independientes de campesinos y sectores populares en la historia de México. Es considerado como el partido fundacional de la izquierda mexicana, a pesar de sus años de clandestinidad, fue el grupo político opositor de mayor continuidad con un total de 62 años de trayectoria.
El 25 de noviembre se llevó a cabo la ceremonia de inhumación del activista Valentín Campa en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, Con la presencia del Presidente de la República, la Secretaria de Gobernación, la Jefa de Gobierno y familiares del luchador social. También estuvieron presentes miembros de la Cooperativa Pascual y ferrocarrileros con mantas para agradecer el gesto del Gobierno de reconocer la lucha obrera de Valentín Campa.
Valentín Campa Salazar, nació un 14 de febrero de 1904, en Monterrey; Nuevo León. Escribe en sus memorias: “En 1911, a los siete años presencie la matanza de cientos de chinos que todavía usaban trenzas”. La infamia cometida fue producto de una psicosis colectiva, se pretendía justificar el genocidio con la gran calumnia de que los chinos habían envenenado los manantiales de la ciudad; esto ocurrió en Torreón. Fue un linchamiento  xenofóbico que marcaría el sentido social y el rumbo político de Campa.
Muchos como Valentín vivieron de manera modesta con sobriedad  y honradez, murieron envueltos en el manto sagrado de la dignidad y la justa medianía, otros desviaron el rumbo y aprendieron a usar los dos brazos, el izquierdo con el puño cerrado para simular y el derecho estirado para vivir del presupuesto público después de que fueron cooptados por el sistema. El Profesor José Santos Valdés escribió al respecto: “A pesar de su sectarismo no conocí comunista más honesto”.
En 1922 comenzó a trabajar como estibador en embarques de los Ferrocarriles Nacionales de México, en Ciudad Victoria; en ese tiempo empezó a relacionarse con la política al acudir a algunas reuniones de la llamada Gran Logia Bolchevique de Nuevo León. También en esos años se integró a las labores sindicales cuando fue nombrado miembro de la Dirección del Subconsejo Divisional de la Confederación de Transportes y Comunicaciones.
En 1927 participó en la agitación y organización para realizar una gran huelga general ferrocarrilera, por lo que la Superintendencia de la División del Golfo ordenó su destitución inmediata. Sin embargo, por presiones de la (CTC) Confederación de Transportes y Comunicaciones  se le tuvo que reinstalar. Ese mismo año ingresó al Partido Comunista Mexicano, exactamente un día antes del inicio de la huelga ferrocarrilera. Como resultado del movimiento sindical fue apresado e incluso Plutarco Elías Calles ordenó su fusilamiento, lo que fue evitado por Emilio Portes Gil, gobernador de Tamaulipas.
En 1931 asistió al Congreso de la Internacional Sindical Roja en Moscú. A su regreso a la ciudad de México fue secuestrado por la policía, pero fue liberado tras una huelga de hambre. Posteriormente participó en el Comité de Defensa Proletaria y en la integración de la Confederación de Trabajadores de México, al lado de Vicente Lombardo Toledano. Desde ahí apoyó la unidad de los trabajadores, aunque mantuvo un fuerte conflicto contra el grupo charril encabezado por Fidel Velázquez.
En 1952 ayudó a la formación del Partido Obrero Campesino Mexicano luego de ser expulsado del Partido Comunista por haberse opuesto al asesinato de León Trotsky.
Fue uno de los principales agitadores y activistas del movimiento ferrocarrilero de 1959 al lado de Demetrio Vallejo. La represión no se hizo esperar: es recluido en el penal de Lecumberri en mayo de 1959. Esta vez su estancia en la cárcel se prolongó hasta 1970. Ya sumados los años en que estuvo en prisión en varias ocasiones tuvo un encarcelamiento a lo largo de su vida de 13 años, 11 meses y 13 días, toda la década de los 60 estuvo preso.
Al salir de la cárcel regresó al Partido Comunista Mexicano y tuvo una activa participación en la modernización del partido. Por su trayectoria de luchador social comprometido, fue nominado candidato presidencial en 1976, aunque participó sin registro legal logró más de un millón de votos. Más adelante fue diputado plurinominal de 1979 a 1982.
En 1934, el general Lázaro Cárdenas detuvo la persecución a diversas organizaciones obreras y políticas como el PSE, el partido fue reconocido como una fuerza política leal al gobierno y Valentín Campa colaboró con Cárdenas   para sofocar la rebelión del general Saturnino Zedillo.
Falleció el 25 de noviembre de 1999 y siempre conservó su reputación como uno de los personajes políticos más respetados por la izquierda mexicana.
Guillermo Orozco Rodríguez.- Diciembre 2 de 2019.