sábado, 22 de febrero de 2020

DE JUAN NEPOMUCENO DE LA CARRERA A MATAMOROS; COAHUILA


POR: GUILLERMO OROZCO RODRÍGUEZ


* El 27 de febrero es el 94 Aniversario de ser elevada a la categoría de Ciudad
* Benito Juárez la declara Villa de Laguna de Matamoros el  8 de Septiembre de 1864
* El 27 de Febrero de 1926 se eleva a la categoría de Ciudad


Monumento a Juárez, plaza principal

El nombre de Matamoros comenzó a utilizarse en los registros parroquiales  de Viesca a partir de 1830 con el nombre de Rancho de San José de Matamoros, aunque hay indicios que tres poblaciones aledañas ya se mencionaban en algunos escritos diversos y aislados: el Gatuño (1804), la Vega de Marrufo (1809) y San Juan Nepomuceno de la Carrera (1826).
A pesar de que en las monografías oficiales del municipio se afirma que el nombre se debe en honor del insurgente don Mariano Matamoros, resulta muy prematuro pensar que se le llamó así en su honor, pues la  muerte del prócer independentista acaeció apenas 16 años antes.
Entre 1810 y 1820 el lugar fue denominado de diversas maneras, Villa del Arenal, simplemente el Arenal o San Juan Nepomuceno de la Carrera —más conocido por San Juan de la Carrera—.  Hubo momentos en que San José de Matamoros y San Juan de la Carrera eran dos lugares diferentes pero muy cercanos uno del otro.
Entre el 20 y el 22 de noviembre de 1842  San Juan Nepomuceno de la Carrera fue asaltado por indios bárbaros que procedían del norte del país y del sur de los Estados Unidos. . Quedó escrito, así, que San Juan Nepomuceno de la Carrera fue incendiado y que los salvajes realizaron una verdadera carnicería entre los moradores del poblado.
A pesar de la tragedia  los colonos que pugnaban por legalizar la posesión de las tierras no abandonaron éstas. Enterraron a sus muertos, recogieron lo que de utilidad quedó y dieron prueba de su energía al no huir. Escogieron un lugar que les pareció más apropiado para establecer un nuevo poblado, fácilmente defendible de las incursiones de los bárbaros y de los “civilizados” que, también, de cuando en cuando y por un motivo o por otro, se dedicaban a eso que se llama actividades predatorias. Refundaron el rancho ya junto con el de San José de Matamoros precisamente en las orillas del sur y oeste de la vega de Marrufo –Así lo afirma el educador lagunero Don José Santos Valdés-. Desde ese lugar protagonizaron candentes luchas por la posesión de tierras contra el pro imperialista Señor feudal Leonardo Zuloaga.
Sobre la existencia del asentamiento denominado San José de Matamoros, sólo existen algunos datos relacionados a nacimientos y defunciones asentados en los registros parroquiales de San José de Viesca y Bustamante, se deduce que ya para 1830 se utilizaba dicho nombre en algunos registros de nacimientos y defunciones de personas del asentamiento en mención.
Entre los primeros bautizados se encontraron los datos de: José Manuel Valles Chavarría, bautizado el 9 de junio de 1833 que nació el 6 de junio de ese año; Jesús Lino García que siendo bautizado el 5 de octubre de 1833, nació el 23 de septiembre del mismo año y José Tereso Reyes hijo natural de María Felipa Reyes, quien nació el 2 de septiembre de 1833 y se le bautizó el 25 de octubre del año en mención.
En cuanto a las primeras defunciones se registran: María Josefa Ramírez, párvula quien falleció el 16 de diciembre de 1830; María Dolores Carrillo de 22 años cuya fecha de fallecimiento acaeció el 6 de septiembre de 1833.
Los conflictos por la tierra pasaron por periodos de calma aparente y otros en los que hubo serios enfrentamientos, pues el poder de Zuloaga no respetaba ni las autorizaciones de asentamiento ni las adjudicaciones decretadas por los gobernadores en turno. En 1832 el gobierno del Estado les otorgó una adjudicación a los pobladores de San Juan Nepomuceno de la Carrera, en 1839 se les dictó otra adjudicación a los habitantes de San Juan Nepomuceno de la Carrera y de San José de Matamoros, pero el poder del feudo y la falta de respeto a las leyes hizo que el acto resultara muy endeble.
Los conflictos por la tierra continuaron hasta la llegada del Presidente Juárez a la región, el benemérito conocedor del conflicto agrario y enterado además de la relación amistosa y de entendimiento político de Lorenzo Zuloaga con su adversario de Nuevo León, Santiago Vidaurri decide decretar la dotación legal y definitiva de la tierra a los matamorenses.  Desde Viesca expide el 28 de agosto de 1864 una histórica resolución donde se les otorga 18 sitios de ganado mayor divididos en 352 lotes  de 113 hectáreas, 16 áreas y 28 centiáreas para igual número de familias. Primer reparto en la Comarca.
En Mapimí decreta otro asunto pendiente en su paso por Matamoros, que esa ranchería de hombres leales a la república se constituyera en Villa, ese acto de gobierno lo realiza el 8 de septiembre de 1864. La denomina Villa de Laguna de Matamoros, determina así mismo el organigrama del naciente ayuntamiento formado por un alcalde, cuatro regidores y un síndico.  Las haciendas que formaban parte del naciente poblado lagunero eran San Antonio del Coyote, La concepción (mejor conocida como La Concha) y San Lorenzo, así como 48 ranchos, entre los que se encontraban el del Torreón, El Tajito, Albia, San Antonio de los Bravos, Hormiguero, La Gilita, Gatas Mochas y otros más.
Es así que al paso del tiempo y con una serie de argumentaciones, con datos estadísticos sobre habitantes, centros educativos, infraestructura, haciendas y rancherías, etc. el Presidente Municipal de la entonces Villa de Matamoros, Sr. Tomás Rodríguez de la Fuente realiza las gestiones pertinentes para que se le otorgue la categoría de ciudad.
Esas peticiones fructifican finalmente el 27 de Febrero de 1926 fecha de publicación  en el periódico oficial del Estado del decreto Número 108 del H. Congreso del Estado Independiente  Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, siendo Gobernador de la entidad Manuel Pérez Treviño.
DECRETO 108:
ARTÍCULO ÚNICO.-  A partir de la promulgación del presente decreto se eleva a la categoría de CIUDAD a la actual Villa de Matamoros, Coah.
Dado en el salón de sesiones del H Congreso del Estado en la Ciudad de Saltillo, Capital de Coahuila de Zaragoza a los trece días del mes de febrero de mil novecientos veintiséis.
Diputado Vice – Presidente
González Lobo
Diputado Secretario                                        Diputado Secretario
Ignacio Farías R.                                                          S. Pacheco

Fuente.-  Coahuila a través de sus Municipios. Tomo II, 2014. Gobierno del Estado.
Matamoros Ciudad Lagunera, 1972. Profesor José Santos Valdés
Padrón y antecedentes étnicos del Rancho de Matamoros; Coahuila. Dr. Sergio  Antonio Corona Páez

Guillermo Orozco Rodríguez. A 24 de febrero de 2020.


EL ARCHIVO DE LA NACIÓN EN LA CUEVA DEL TABACO


Guillermo Orozco R.


Foto tomada el 16 de mayo de 1906 frente a la cueva del tabaco,
Benito Juárez Maza y cuatro custodios del archivo de la nación sobrevivientes

Muy lejos estamos de la ciudad de México, pero la Capital de la República estará donde se encuentren los Supremos Poderes y estos los represento yo, mi gobierno y todas esas cajas que conmigo vienen en esas carretas” Benito Juárez. El Gatuño, 4 de septiembre de 1864.

El 27 de agosto de 1864 por la tarde, llega al pueblo de Viesca; Coahuila Don Benito Juárez, en su largo peregrinar por la República mexicana, su caravana se componía de coches y carruajes con capacetes de lona: una fila de once chirriantes carretas, tiradas por bueyes, donde traía, nada menos que el Archivo de la Nación.
Don Benito Juárez y sus ministros se hospedaron siete días en la casa del Coronel Jesús González Herrera, en este lugar se entera de viva voz de los matamorenses, de los problemas que por la posesión de la tierra, tenían con el latifundista vasco Leonardo Zuloaga, quien era partidario del imperio francés y aliado de quien había sido gobernador de Nuevo León y Coahuila, Santiago Vidaurri, rabioso antijuarista.
Es así que el 28 de agosto de 1864,el presidente Juárez expide una resolución, donde concedea los matamorenses18 sitios de ganado mayor, lo que vendría a formar el cuadro de Matamoros, un total de 352 lotes, cada lote medía 113 hectáreas, 16 áreas y 28 centiáreas.
Posteriormente el 4 de septiembre de 1864 a las 12 horas, llega el Presidente Juárez al Gatuño (hoy congregación Hidalgo), en este lugar el Coronel Jesús González Herrera le presenta a Don Juan de la Cruz Borrego, a quien don Benito Juárez le confía los Archivos de la Nación para su custodia y salvaguarda.
Resuelto lo del archivo,Juárez continuará su viaje hacia el Estado de Durango y posteriormente a Paso del Norte (Ciudad Juárez; Chihuahua), Juan de la Cruz Borrego y un grupo de hombres leales a riesgo de su propia vida, ocultan y resguardan los 55 bultos de los archivos en la Cueva del Tabaco, donde permanecen hasta los primeros meses del año de 1867, en que son restituidos al gobierno republicano.
Al poco tiempo de cumplirse el primer centenario del natalicio del Benemérito, su hijo Benito Juárez Maza llega a matamoros, exactamente el 16 de mayo de 1906 y de ahí se traslada a la Cueva del Tabaco, donde lleva a cabo una ceremonia de homenaje a los custodios del archivo de la nación, en el acto cuenta con la presencia de cuatro sobrevivientes: Cecilio Ramírez, Ignacio Reyes, Epifanio Reyes y Telésforo Reyes.
Luego se dirigieron a Matamoros y en la Vega de Marrufo bajo la sombra de unos álamos, Juárez Maza les ofreció un banquete, ahí se suscitó un incidente, Epifanio Reyes, uno de los custodios sobrevivientes, no se quiso sentar a la mesa, por notar la presencia de una mujer francesa, era María Klerián, esposa de Benito Juárez Maza, quien al enterarse de ello expresa: “ahora entiendo la confianza de mi padre hacia ustedes”.
En el año 2003 el Profesor Roberto Treviño Rodríguez Director del museo juarista de Congregación Hidalgo, municipio de Matamoros; Coahuila, tuvo contacto por primera vez con el Ing. Héctor Klerián Jamín descendiente directo de la Señora María Klerián.
Eugenio Klerián B. padre del Ing. Héctor Klerián en un libro que escribió sobre Benito Juárez Maza dice lo siguiente: “…El destino hizo que llegaran a mis manos por sucesión hereditaria, la mayor parte de los archivos privados, bibliotecas, documentos y objetos de uso personal, que pertenecieron a tan insigne familia, y ha sido por ello que he considerado pertinente, ceder al Gobierno Mexicano desde el año de 1957, el acervo de reliquias históricas que se vienen exhibiendo en el recinto de homenaje a Don Benito Juárez, ubicado en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de esta Capital, y en esas condiciones pasar a ser patrimonio de México”.
Por más de 100 años la familia Klerián ha conservado y preservado las reliquias históricas del Benemérito, algunas de ellas a través de donaciones se encuentran en varios recintos.
Cómo una forma de conmemorar en 2006 el bicentenario del Natalicio de Don Benito Juárez, acontecimientomuy desairado que se dio en el marco de un gobierno conservador, presidido por el panista Vicente Fox, el Profr. Treviño y un servidor organizamos  un acto el 16 de mayo de 2006,similar al que hizo el mismo día pero de 1906 Benito Juárez Maza, ahí estuvo presente el Ingeniero Héctor Klerián, acompañado por los descendientes de los custodios.
Hoy la cueva del tabaco es un lugar abandonado, a pesar de que se le considera un monumento histórico nacional desde 1972, ninguna autoridad se ha interesado por crear una infraestructura turística a tan importante recinto histórico.
Fuente: Museo Juarista de Congregación Hidalgo, Municipio de Matamoros, Coahuila. “La república Itinerante”
Guillermo Orozco Rodríguez.-.  18 de mayo de 2015.

domingo, 16 de febrero de 2020

La alameda de San Marcos, Loreto; Zacatecas 


POR: GUILLERMO OROZCO R


La Hacienda de San Marcos, fue un latifundio  que tuvo sus orígenes en el siglo XVIII, fue expropiado con fundamento en la ley Agraria del 6 de enero de 1915 y repartida una gran fracción de la misma junto con sus dos presas-la denominada presa chica y la llamada presa grande-  a 145 solicitantes el 20 de agosto de 1918. Desde el 3 de Septiembre de 1933 el casco de esa  hacienda alberga a la Escuela Normal Rural Gral. Matías Ramos Santos, cuyos alumnos provenían de la similar escuela normal ubicada en Río Grande Zacatecas.
San Marcos como hacienda, fincó su poderío en la explotación agrícola y ganadera a gran escala que reportaba semanariamente durante el año fuertes ingresos. Con este ritmo perduró hasta ser expropiada
A todos los alumnos del internado siempre nos llamó la atención, admiramos y seguimos admirando  el casco de la hacienda o edificio central,con sus arcos y sus hermosos acabados de cantera, además de la simétrica calzada donde se localiza la alameda, que más bien es una alameda fresnada, porque a los centenarios álamos se le tuvieron que intercalar fresnos por ser más aguantadores ante la falta de agua. Esa arboleda era el camino principal a la población de Bimbaletes, que un tiempo fue la cabecera municipal de San Marcos.
La alameda de San Marcos ¡Es única en todo el Estado de Zacatecas!, –afirma el Profesor Enrique Ángel Reyes Valadez- porque ofrece singulares encantos en cualquier estación del año: Si es primavera: el abundante follaje esmeralda de sus ramas. Si es verano: el fresco túnel de su sombra. Si es otoño: su natural lluvia de hojas que caen apresuradas para dar metafóricamente hablando digno recibimiento de confetis o papel picado a todo transeúnte que por ella pasa, pisando la esplendorosa alfombra ámbar de sus ya caducas hojas. Y si es invierno: sus altas, rugosas y retorcidas ramas que asemejan suplicantes brazos que se levantan al cielo, agradeciendo a la naturaleza su benevolencia por haberles concedido la gracia de una vida ya casi bicentenaria.
La Alameda de San Marcos fue plantada durante los meses de marzo a noviembre del año 1863, igual que el resto de todas las arboledas que existen en el Estado de Zacatecas, incluyendo las de Aguascalientes que aunque se separó de Zacatecas el 23 de mayo de 1835, seguía teniendo gran influencia de su entidad original.
En mi natal comarca lagunera  también proliferaron estas cortinas de árboles, (álamos, pinabetes, mezquites y huizaches), aunque es casi seguro que su plantación se dio a partir  de 1886, año en que Doña Luisa Ibarra viuda de Zuloaga acosada por el agio de la época tuvo que desprenderse de gran parte del  enorme latifundio que tuvo como centro neurálgico  la hacienda de Santa Ana de los Hornos, en el municipio de Viesca, Coahuila.
Las alamedas y arboledas zacatecanas incluyendo la de San Marcos aparecen gracias a la iniciativa  del Gobernador del Estado de Zacatecas el Señor Severo Cosío, quien mediante un decreto expedido el 17 de enero de 1863,  ordena a las asambleas municipales y las autoridades políticas, promover, por los medios que estén a su alcance, el plantío y la conservación de arboledas en todos los pue­blos, y muy particularmente en los puntos inmediatos a los ojos de agua, prefiriendo en ellos la plantación de sabinos, álamos, sauces u otros árboles análogos al terreno y al clima.
Cada presidente de asamblea municipal, tenía la obligación de plantar anualmente y conservar por su cuenta al menos cien árboles en los caminos públicos, con pena de veinticinco hasta quinientos pesos en caso de incumplimiento.
Algunas estrategias para motivar la reforestación fueron la generación de lluvias, sombra y agua para las bestias de tiro, caminos atractivos y comodidad para los viajeros al ir a cabeceras de Villas, Partidos Políticos y Ciudades. Todas las arboledas que aún existen son o fueron caminos, San Marcos, San Nicolás de Quijas (Hoy el Nigromante), la Pendencia, Santa María de los ángeles y el Lobo.
El decreto también ordenaba la plantación de frutales: Nogales, duraznos, chabacanos, ciruelas, peras, perones, membrillos, cítricos, moreras, etc., todo se incrementaba cada año, desde 1863 con la aparición del decreto por todo Zacatecas.
En San Marcos, más que en ninguna otra hacienda se siguieron plantando anualmente las cantidades de árboles requeridas, por eso la alameda tuvo tres carriles y siguiendo las márgenes del arroyo San Antonio, llegó hasta los límites de la hacienda rumbo a Aguascalientes.  El último dueño Genaro G. García Rojas puso todo su empeño en las arboledas desde un principio y aun siendo Gobernador de Zacatecas entre los años de 1900 a 1904, dio debido mantenimiento a la Alameda de San Marcos.
Actualmente la  alameda de San Marcos va en acelerada decadencia, igual que el resto de las arboledas de muchos lugares, pulmones valiosos y legendarios que dieron vida a muchas comunidades, las autoridades y los propios habitantes han perdido la conciencia de preservarlos.
¡Urge una campaña de rescate! Antes de que sea demasiado tarde; porque si no es así, las generaciones futuras y el medio ambiente sufrirán lamentables consecuencias y en esos lugares sólo reinará el silencio. Al fin que la alameda o -alameda fresnada-  de San Marcos, es parte importante de la historia regional, más bien es patrimonio ecológico de la región.
Fuentes.- La alameda de San Marcos. Reyes Valadez Enrique Ángel, Cronista de Loreto,  Zacatecas.
Acta que da fe de la fundación de la Escuela Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos” de San Marcos; Zacatecas.
Guillermo Orozco Rodríguez.-. Torreón; Coahuila a 17 de febrero de 2020.

* Un 17 de febrero de 1975 falleció mi abuela materna Andrea Rodríguez Valles, originaria de San Pedro Piedra, Gorda; Zacatecas. Pilar de nuestra familia.

sábado, 8 de febrero de 2020

Evolución aeroportuaria de la ciudad de Torreón 


POR: GUILLERMO OROZCO R.


El crecimiento de la aviación en nuestro país fue lento, sin embargo Torreón fue una zona privilegiada en cuanto al crecimiento del servicio aéreo. El ejército era la institución que más necesitaba de la aviación con fines bélicos, pero se encontraba con el problema de falta de pistas. El 15 de diciembre de 1926 el Presidente Plutarco Elías Calles llegó a Torreón, recorrió la ciudad e inauguró el Campo Militar al oriente de la joven ciudad, ubicado en donde ahora es la colonia Nuevo Torreón.
Este campo contaba con una pista aérea  en la que aterrizaban los aviones militares y del correo que venían a Torreón, la aviación comercial no se había desarrollado, el servicio era caro y la gente tenía temor de viajar, el despegue  sucedió hasta finales de la década de los años treinta.
Desde enero de 1929, llegó un avión que aterrizó en el campo militar, ahí  venía el Señor Teodore Hall para supervisar los campos de aterrizaje de Torreón y Durango, la idea era establecer una ruta aérea entre Matamoros y Mazatlán con escalas en Monterrey, Torreón y Durango.
El 9 de marzo de ese año se creó la Corporación Aeronáutica de Transporte (CAT) con oficinas en LA Calle Bucareli número 12 de la Ciudad de México. La inauguración de esta línea estaba programada para  el 9 de febrero de 1929 pero la asonada  escobarista demoró la ceremonia hasta el 26 de marzo de ese año en que llegó el primer avión Ryan procedente de Brownsville, siguiendo luego a Mazatlán. A las 9 horas de dicho día aterrizó un avión piloteado por Mr. Anderson, trayendo correspondencia. La ruta aérea  era la Matamoros – Mazatlán, con escalas en Monterrey, Torreón y Durango,  usando la pista del campo militar, los vuelos eran todos los días menos los domingos.
El 18 de agosto 1929 se inauguró la ruta aérea entre Los Ángeles, California y la ciudad de México, con escala en Torreón. Desde el 1 de octubre del mismo año la empresa Transportes Aéreos Transcontinental, S.A. (TATSA), ofreció servicios diarios de pasajeros y correo de Guadalajara a Torreón. Su vuelo no era directo pues tenía que hacer escala en varias poblaciones. EL 12 de octubre CATSA inauguró la ruta aérea Torreón-Parral- Chihuahua-Ciudad Juárez.
A partir del  20 de enero del año siguiente, Torreón contó  con un nuevo aeropuerto;  el acto de inauguración estuvo presidido por el general Juan Andrew Almazán, los gobernadores de Coahuila y Durango, así como el alcalde Aureliano Luz Rodríguez Tamez. El Puerto Aéreo de Torreón, se construyó en un amplio terreno de 100 hectáreas en el Rancho la Merced,  enfrente de donde actualmente se ubica el hotel misión, concretamente en la colonia la Fuente. Los terrenos fueron  solicitados a sus propietarios los señores Manuel de la Fuente e hijos, quienes recibieron la indemnización correspondiente. 
 Aeropuerto Francisco Sarabia Tinoco de Torreón, Coahuila: El aeropuerto “Francisco Sarabia Tinoco”  fue inaugurado el 24 de marzo de 1946, en el mismo se estableció la Línea Aérea Mexicana S.A. (LAMSA), se construyeron tres pistas,  la torre de control, sala de espera, servicio de Correo, comedor y cocina. La obra estuvo a cargo del ingeniero José Bracho y del arquitecto Carlos Gómez Palacio.
Los terrenos donde  se construyó el aeropuerto Francisco Sarabia de esta ciudad fueron producto de una resolución emitida por el entonces Departamento Agrario que a la vez acata la orden del Poder ejecutivo federal, como siempre sucede el pago a los ejidatarios fue hasta  el jueves 29 de junio de 1950, siendo así que el Ejido Ignacio Allende antes denominada Finca  el Fresno permuta 210  hectáreas por  250  hectáreas de los predios particulares la Enrigala y la Aurora ubicadas en el municipio de Tlahualilo Durango, a favor de la empresa Compañía Líneas Aéreas Mexicanas. Aparte de la permuta en terrenos los ejidatarios recibieron una  indemnización de $117 203.00 (Ciento diecisiete mil doscientos tres pesos 00/100 MN.)
El aeropuerto ya funcionaba desde el año de 1944, pero se inaugura formalmente  el 24 de marzo de 1946 y se cumple con la indemnización a los ejidatarios hasta junio de 1950.  El primer vuelo fue el 201 que venía de La Ciudad de México, era un DC-3 de LAMSA, Torreón era lugar de escala, pues su destino final era Ciudad Juárez; Chihuahua.
De la indemnización total de $117 203.00 se entregó a cada uno de los siguientes ejidatarios una cantidad individual de $2127.00 (Dos mil ciento 27 pesos 00/100 M.N.): Manuel Alvarado Dorado, Estanislao Aguilar, Vicente Alvarado, Leonides Alvarado, Juan Alvarado, Hilario Arellano, Enrique Ávila, Reducindo Ávila, Esteban Canela, Santos Canela, Esteban Castillo, José Cuellar, Salvador Díaz, Pablo Esquivel, Gilberto Favel, Rosendo Favela,  Gabino Flores, Ladislao Fraire, Antonio González, Francisco González, Ismael González, Pedro Hernández, Catarino Hinojosa, Pedro Hinojosa, Simón López, Pedro López, Nicolás López, Juan López, Cesáreo López, Alejo López, Francisco López, Francisco Macías, Isidro Macías, Pedro Marrufo, Francisco Martínez, Julio Martínez, Manuel Montoya, Antonio Ordaz, Federico Ordaz, Ladislao Ordaz, Zeferino Peralta, Miguel Reyes, Toribio Reyes, Arcadio Rico, Leonardo Rico, Nicanor Rodríguez, Agustín Rodríguez, Andrés Salas, Manuel Urbina, Bibiano Valenzuela, Enrique Vargas, José Vázquez, Lorenzo Vázquez, Francisco Villagrana y Refugio Torres.
En lo que se refiere a los predios  la Enrigala y la Aurora del municipio de Tlahualilo, el Señor Juan Torres Guzmán está de acuerdo en desprenderse de las 250 hectáreas para entregárselas a los ejidatarios de Ignacio Allende y cumplir así fielmente con la permuta pactada.  En las negociaciones aparece como intermediario el empresario Emilio J Marcos Karmi y el presidente de la República que firma la operación de permuta e indemnización a los ejidatarios del poblado mencionado fue el Licenciado Miguel Alemán Valdez.
Fuente.- Diario Oficial de la Federación del 29 de junio de 1950
Historia de Torreón, Reedición 1996.- Eduardo Guerra Peña 

Guillermo Orozco Rodríguez.- Torreón; Coahuila, Febrero 10 de 2020

domingo, 2 de febrero de 2020

¿DE QUÉ SE TRATA EN EL SNTE PUES? 

POR: GUILLERMO OROZCO R.




Qué falta nos hace una nueva cultura sindical en el SNTE, pues a pesar de que el magisterio nacional ha tenido múltiples oportunidades de ser libre, los maestros ni se la  creen o en ocasiones ni cuenta se dan del poder que pueden tener en caso de que se organicen y hagan valer sus derechos sindicales.
En días recientes, se dio a conocer casi a escondidas el Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que pondera la elección por voto universal, secreto, personal, intransferible y libre, aunque esto de libre esté muy alejado de la realidad. El reglamento dado a conocer como siempre entre la penumbra y el sigilo que se acostumbra en el SNTE, ni siquiera se le ha dado la difusión que se requiere, deja muchas dudas y pocas certezas en el contexto político, educativo y sindical. El Reglamento genera más dudas que certezas, sobre todo por la situación política  que se vive actualmente. En la exposición de motivos de este documento se plantean ideas en una narrativa que al parecer solo busca sentar una plataforma de “legalidad histórica” de la cual el gremio ha carecido por siempre: (democracia, legalidad, transparencia, representatividad, libertad, certeza, autonomía y  unidad).
Acostumbrados a actos de simulación,  el actual dirigente Cepeda Salas no es la excepción, ahora no solo  quiere engañar a los maestros,  también quiere engañar al propio presidente de la República,  pues en una sesión de Consejo Nacional del SNTE, se saca de la manga el citado Reglamento y deja de lado una urgente y profunda reforma estatutaria que muchos esperábamos como consecuencia de la Reforma laboral.
Infinidad de candados tiene el reglamento presentado que impedirá la participación libre y democrática de todos los agremiados al Sindicato, por ejemplo el impedimento de la participación de los jubilados y maestros que no hayan sido dirigentes sindicales.
Así mismo la convocatoria se dará a conocer quince días antes en lugar de los 30 que marca el estatuto, el registro de planillas se realizará dentro de los tres días siguientes de la publicación de la convocatoria, el Comité Nacional Electoral contará con 5 días para resolver la procedencia del registro de las planillas, en caso de existir una inconsistencia las planillas tendrán 3 días para resolverlas, una vez desahogadas las inconsistencias el Comité Nacional Electoral contará con tres días para resolver las solicitudes.
De esta manera no se deja ningún margen para la promoción y propaganda de las planillas de oposición, pues en cualquier momento  el Comité Nacional Electoral puede impugnar su registro. La votación en las Asambleas Delegacionales se realizará exhibiendo la credencial del sindicato, la cual no es una identificación oficial reconocida, muchos agremiados e incluso representantes sindicales,   carecen de esa identificación.
Los ahora autonombrados “ejército intelectual de la cuarta transformación” quieren hacer creer a los maestros y al propio presidente que ya están purificados de un pasado vergonzoso, lleno de prácticas antidemocráticas y autoritarias.
La legítima aspiración de la base magisterial por democratizar al SNTE se trunca porque para participar y ser votados como dirigentes del comité ejecutivo seccional tienen forzosamente que haber desempeñado algún cargo en el comité ejecutivo seccional. El Comité Ejecutivo Nacional convierte al Reglamento en mención en un instrumento que regulará  la elección de las dirigencias seccionales en un manual para ratificar  la antidemocracia imperante.
La democratización del sindicato no debe ser obra  de los actuales dirigentes sindicales identificados con la expresión institucional, tampoco llegará por decreto ni por mandato divino, la democratización y el nuevo rumbo que el SNTE requiere, debe será obra de la base trabajadora, con una participación   activa y decidida que recupere nuestra organización y la convierta en un verdadero instrumento de lucha que defienda los intereses de sus agremiados y que se ponga al servicio de sus aspiraciones colectivas.
El magisterio en función de su interés, entusiasmo y participación es el que tiene la palabra.