jueves, 15 de febrero de 2018


SEGUNDO LUGAR, ASPIRACIÓN DESESPERADA DE ANAYA Y MEADE 



POR: GUILLERMO OROZCO R.

“Pueden decir lo que quieran, pero nunca podrán decir que soy incongruente y mucho menos ratero”
Andrés Manuel López Obrador
Al momento de que terminan las precampañas en este proceso electoral de 2018 (11 de febrero), durante 48 días el candidato de la coalición, Juntos haremos historia, Andrés Manuel López Obrador se mantiene a la cabezacon el 38% de las preferencias electorales, de acuerdo con una encuesta del diario El Financiero.
En segundo lugar está el aspirante del frente izquierda – derecha, (PAN –  PRD), Ricardo Anaya con el 27 % y en la tercera posición José Antonio Meade, aspirante de la alianza “Todos por México” (PRI-PVEM-NUEVA ALIANZA) con un 22% de las preferencias.
López Obrador tiene una ventaja de 11 puntos sobre Anaya y 16 puntos sobre el candidato “ciudadano” postulado por el PRI. Pero ahora con la circunstancia positiva de que ha logrado blindarse de la guerra sucia que mucho favoreció a sus adversarios en el pasado.
Ha sorteado de manera positiva los ataques emprendidos en su contra, a pesar de la taladrante e insistente propaganda de que el tabasqueño está vinculado a Venezuela o  a Rusia  e incluso  el slogan de que es un “peligro para México” ha dejado de tener un efecto mediático, eso lo reconoce el propio publicista que acuñó esa frase en 2006, Antonio Solá.
Antonio Solá, afirma que si en el presente proceso electoral en México hay condiciones “normales”, con un Instituto Nacional Electoral “en toda regla”, el precandidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, será el próximo presidente de México.
Los precandidatos presidenciales de los partidos políticos cumplieron este domingo 48 días de  precampaña. El puntero AMLO sigue ganando adeptos y avanzando en el primer lugar de las preferencias electorales.
Eso ha provocado que las aspiraciones de dos de los precandidatos, el Panista Ricardo Anaya y el priista José Antonio Meade, tengan como estrategia mediática y desesperada en este periodo, lograr ocupar el segundo lugar, es decir que la carrera presidencial tiene una vacante que nadie quiere llenar: la del tercer lugar en preferencias.
A lo largo de la precampaña los  dos precandidatos se aferraron a adjudicarse el segundo sitio y entablaron una guerra de descalificaciones para ver quién va detrás del presidenciable de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Desde este momento de la pelea política, es imprescindible para estos dos contendientes situarse en el segundo lugar, ya que de eso dependerá competir con López Obrador y poner en práctica estrategias de comunicación que difundan que el precandidato de Morena ya no sube en las encuestas y el segundo,  poco a poco acorta la distancia, (caballo que alcanza gana) para desbancarlo del primer sitio. A partir de esa definición  todo estará en base a encuestas que traten de convencer al electorado de que el segundo avanza y avanza.
Ricardo Anaya no ha logrado crecer al ritmo que él esperaba y aunque es aceptado por algunos sectores de la sociedad, eso no se refleja en el repunte del frente;  en el  PAN las heridas no acaban de cerrarse, la salida de Margarita  Zavala le sigue pegando duro, a ello se añade que cientos de militantes fueron excluidos de las candidaturas y andan buscando acomodo en otras fuerzas políticas, todos los días hay renuncias de panistas que intentan sumarse a la causa del Proyecto alternativo de nación  e incluso al proyecto del PRI.A Anaya le pesa enormemente su conducta pasada, el  apoyo dado al  régimen de Peña en lo relativo a las reformas estructurales.
Por eso Anaya sigue tirando de manera desesperada golpes que pretende sean contundentes contra la cabeza del candidato tricolor, mantenerse en segundo lugar ha sido su apuesta, aunque la desbandada de panistas y perredistas continúe.
En el caso de José Antonio Meade tras 48 días de iniciada la precampaña y a 140 del día de la elección, los focos rojos están encendidos en Los Pinos.
Lo hecho hasta el momento por el precandidato del PRI no ha dado resultados y el boom que tuvo su destape al viejo estilo priista, con apoyos simulados de sectores que ya no funcionan,  no tuvo el efecto deseado.  Hubo promesas de refuerzos que no llegaron y muchos priístas con experiencia probada no se han sumado a su campaña, e incluso hay sospechas de que estén maniobrando a favor del  candidato de morena.
A eso hay que sumarle la desorganización interna, la falta de asesoramiento y la búsqueda de una ruta viable para crecer. Ser contundentes con sus spots publicitarios y otros aspectos logísticos. Ya que hace pocos días aún se escuchaba su mensaje navideño. ¡Algo no anda bien en la campaña del PRI…!
Las posibilidades de triunfo de López Obrador son inmejorables: tiene a su favor la experiencia acumulada de  dos campañas,  anda como los atletas, en forma y le ayudan  mucho los errores de Peña Nieto y su equipo de neoliberales que con sus errores provocaron el hartazgo de la gente.
¡Casi es seguro que por  fin ya se vayan!
Guillermo Orozco Rodríguez.-  12 de febrero de 2018.

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