1º DE DICIEMBRE, DÍA HISTÓRICO
Por Guillermo Orozco R.
La cuarta transformación histórica de México
No quisimos perdernos la oportunidad de ser parte de la historia, un servidor y un buen número de laguneros hicimos el esfuerzo de asistir a la Ciudad de México a ser partícipes de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Mucho tiempo esperamos, siempre tuvimos fe en ver caer el régimen neoliberal y lo logramos el 1º de julio. Ya en la Ciudad de México el ambiente festivo se notaba desde el día anterior, el viernes 30 de noviembre en las calles y lugares públicos todos hablaban de lo que verían el sábado siguiente, la llegada de un nuevo gobierno, el inicio de unja nueva etapa después de 36 años de neoliberalismo.
Los que tenemos confianza sabemos que nada cambiará de manera mágica, automática o instantánea. Será un largo y complicado proceso, del cual ya se han tenido muestras de textura y profundidad durante el raro periodo de hiperactividad de la presidencia electa. No habrá solamente una alternancia de siglas partidistas (como lo sucedido entre los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional), pues el arribo de Andrés Manuel López Obrador constituye, además, la primera ocasión, desde el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, en que llega al poder un político que podría inclinar la acción institucional hacia sectores populares y corregir a fondo las graves distorsiones que tanto afectan al país.
Andrés Manuel López Obrador llegará este sábado a la silla presidencial luego de un prolongado y afanoso trayecto que comenzó a precisarse luego de su única ocasión anterior en que rindió protesta para un cargo público, cuando llegó a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Y por fin llegó el día de la primera transición ordenada y no pactada desde el año 2000, López Obrador reitera que habrá seguridad de las inversiones nacionales y extranjeras, pero además anuncia la separación definitiva del poder público del poder económico al que acusó de alimentarse durante décadas del cobijo del modelo neoliberal.
En su primer día como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador fue arropado por miles de personas que llenaron el Zócalo, quienes escucharon el que fue su segundo mensaje al país, así como para presenciar el festival cultural que se realizó con motivo del inicio de la nueva administración.
De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, acudieron 160 mil personas, sin reportarse hasta el cierre del evento ningún incidente, el ya darle esa cantidad de asistentes es decir mucho, puesto que las cifras siempre se minimizan, el zócalo ocupa una superficie casi rectangular de aproximadamente 46 800 m² (195 m x 240 m)., si tomamos en cuenta por el amontonamiento de la gente de seis personas por metro cuadrado significa que en la pura plancha estaban 280 800 asistentes más los que se ubicaron a lo largo de una cuadra de las calles que convergen al mismo.
Por eso las acciones y escaramuzas que haga la oposición resentida, especialmente los miembros del Partido Acción Nacional (PAN), sólo serán la exhibición de una oposición débil y desorganizada que será aniquilada por los usuarios de las redes sociales, pues no cabe duda que en verdad estamos siendo testigos de una nueva forma de gobernar y de una cuarta transformación histórica en la vida política de México.
López Obrador necesita del apoyo de los más de treinta millones de votantes que creímos en él y de los que poco a poco se vayan convenciendo de que si es posible cambiar a México.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 10 de Diciembre de 2018.
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