sábado, 22 de junio de 2019

LÓPEZ OBRADOR Y LA EXPERIENCIA DE LA HISTORIA 

POR: GUILLERMO OROZCO R.


Los grandes lastres durante toda la existencia de México como nación independiente han sido la intolerancia, la ausencia de diálogo y la descalificación del diferente.
El esfuerzo por defender el derecho del mexicano ante las intromisiones extranjeras hace posible que la figura del Benemérito de las Américas se agigante,  antes de Juárez existía una idea de México, después de Juárez México se convirtió en  una realidad, en un  Estado con instituciones que —aunque incipientes— logró el constituir el desarrollo de una república. Otro factor que contribuyó a hacer de Juárez el gran factor de unidad en los mexicanos fue su resistencia cívica mediante la estrategia de una república itinerante  durante la Intervención Francesa. Más que de un gobierno nómada, se trató de un peregrinaje patriótico que fue uniendo las diversas regiones —muchas de las cuales entonces estaban dispersas socialmente-  despertando con ello la conciencia nacionalista popular.
En la época cardenista,  la política del general logró también despertar el sentimiento patrio  y la unidad nacional,  el Estado mexicano se situó en primer lugar al lado del interés popular, al lado los trabajadores,  ante el desagrado de la derecha y la burguesía nacional y extranjera. Su gobierno fue atacado  como un régimen que estaba en contra de las libertades  -es decir las de ellos y de sus intereses económicos-. Esos estratos consideraban que las medidas adoptadas por el gobierno eran perjudiciales para la burguesía, porque al vincularse con los trabajadores, el régimen tomaba partido favoreciendo con ello la lucha de clases y el fortalecimiento del proletariado, (la misma estrategia distractora de siempre, de que había peligro de llevar al país al  comunismo). -Qué bueno hubiera sido-.
El viernes 18 de marzo de 1938 por la noche, el presidente Lázaro Cárdenas declaró nacionalizada la industria del petróleo. México contrajo una deuda que sobrepasaba las posibilidades de pago del gobierno. Fue necesaria la contribución del pueblo. Sin dilación, toda la sociedad hizo caso del llamado. Las escenas de las donaciones fueron conmovedoras.
Los abusos de las compañías extranjeras petroleras en este país llegaron al punto de la indignación. La nacionalización se impuso como único remedio. La mañana del 23 de marzo de 1938 la ciudad de México se paralizó, Doscientos mil personas abarrotaron el zócalo para celebrar la expropiación petrolera.  Todos iban dispuestos a contribuir económicamente en la medida de sus posibilidades. Con ello se fortaleció el nacionalismo y se dio paso a la unidad nacional.
¿Y con esas experiencias, por qué López Obrador no? Ante la dura ofensiva del presidente de los Estados Unidos Donald Trump contra México, se han  despertado en México sentimientos nacionalistas ya olvidados y dormidos desde 1938.  Se ha propuesto,  desde el boicot a las empresas estadounidenses y un llamado a «consumir lo mexicano» hasta la colocación de símbolos patrios en los perfiles de usuarios de las redes sociales, el sentimiento patrio se refleja de distintas maneras. Esto ha tenido una aceptación considerable, salvo en los opositores al régimen, es decir el panismo y sus aliados que han quedado evidenciados como antipatriotas y traidores a México.
Cuando se trata de un asunto así todos debemos de apoyar, tenemos que hacer un frente de unidad, un frente para la unidad nacional. Un frente en el que participen los trabajadores, los empresarios mexicanos nacionalistas, los intelectuales, las amas de casa, los estudiantes, los profesionistas, los partidos políticos y todos los que estén convencidos de la defensa de los intereses nacionales.
La convocatoria del presidente López Obrador en  Tijuana, no logró la participación de la oposición, Acción Nacional y sus partidos afines brillaron por su ausencia, de nueva cuenta,  de no ser por el caso de Francisco Domínguez Servién, gobernador de Querétaro, a quien su calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores virtualmente le impedía no asistir. Los opositores orquestaron una activa campaña en redes sociales criticando el llamado de  López Obrador, los panistas prefirieron no hacerse presentes en el acto, al que calificaron de innecesario y ocioso, optando por privilegiar sus desacuerdos programáticos con el gobierno y no aportar a una muestra de fortaleza frente a una administración estadunidense que aprovecha cualquier indicio de debilidad para imponer su voluntad. No hubo congruencia partidaria, más bien un acto de oportunismo político orientado a encabezar a los resentidos contra AMLO de manera antisistema. Casi tan oportunista como su repentina preocupación por el control de la frontera sur y los derechos de los migrantes. Con una conducta de total incongruencia, pues semanas antes llamaron a apoyar al gobierno títere de Venezuela encabezado por Juan Guaidó. Ese comportamiento le seguirá restando popularidad y lo llevará a niveles de aceptación muy bajos  en el escenario electoral de nuestro país.
El multitudinario acto de unidad nacional llevado a cabo el sábado 8 de junio en Tijuana, Baja Californiaa instancias del presidente Andrés Manuel López Obrador, para celebrar el levantamiento de las medidas arancelarias que el gobierno de Donald Trump había amenazado con aplicar a México, tuvo lugar en un contexto de previsible alivio por haber sorteado, al menos de momento, la complicada coyuntura política generada por las presiones de Washington que usa como pretexto para agredir a México  el flujo migratorio que atraviesa nuestro país rumbo a Estados Unidos.
En tiempos de crisis ante el coloso del norte, no queda otra que el sentimiento nacionalista y la unidad de todos los mexicanos,  la experiencia de la historia así  lo demuestra. 
Guillermo Orozco Rodríguez.- A 17 de junio de 2019.

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