AMLO: DESPIERTA OPINIONES ENCONTRADAS
POR: GUILLERMO OROZCO R.
¿Qué razón provoca que AMLO sea tan odiado por algunos sectores? Pero a la vez, ¿cómo puede un presidente tener en algunas encuestas de más del 70% de aprobación a ya casi dos años de su elección? ¿Por qué provoca el presidente tantas controversias y opiniones encontradas?
Nacer y crecer a la vida política dentro del pensamiento de izquierda genera una especie de ejercicio para estar en forma, soportar adversidades y aprender a sobrevivir en contra de la corriente burguesa que siempre oprimió y pisoteó los derechos y la dignidad de los desposeídos y de los hombres que aspiraban a que se instaurara la democracia.
A lo largo de la historia de México el ser oposición obligó a los hombres contrarios al régimen burgués o neoliberal a tener una preparación y educación política diferente y de más altura que la de sus adversarios, era la lucha por las ideas, la lucha del pensamiento en contra parte a los hombres que representaban la arbitrariedad y el abuso.
En estos momentos el presidente de México es el hombre de mayor experiencia en las prácticas que siempre se utilizaron por la oposición, no le pueden contar nada que no haya hecho: bloqueó carreteras, encabezo demandas ante gobiernos de todos los niveles, volanteó y repartió propaganda en plazas, mercados, esquinas y camiones; boteó e hizo colectas públicas para allegarse recursos. Tomó instalaciones petroleras, pintó bardas de manera abierta y clandestina, fue parte de marchas de inconformidad y encabezó muchas de ellas, generó polémica en los cargos que le toco estar, estuvo al frente del PRD cuando era la esperanza de la izquierda y lo llevó a ser segunda fuerza electoral, gobernó la ciudad con más problemas en México de manera excelente y fue desaforado aunque sin éxito gracias a la insurrección popular.
Fue víctima de dos fraudes electorales maquinados de manera perversa para impedir que llegara a la presidencia de la república, pero finalmente ante el hartazgo de una población que cifró sus esperanzas en el hombre tesonero de carácter inquebrantable, se le otorgó la oportunidad y ha demostrado que hay formas diferentes y mejores de gobernar, llegó con un aplastante apoyo popular por fin a la presidencia de la república.
Quita privilegios, denuncia actos de corrupción acumulados en un periodo de 36 años de gobiernos neoliberales en que un grupo de poderosos que se creían dueños de México casi acaban con el país, reivindica derechos a los que menos tienen, apoya económicamente a los más desposeídos y con ello reactiva la economía al generar circulante para que haya poder adquisitivo y con ello ganan también los de arriba.
Toda mentira o difamación en su contra se diluye en menos de 24 horas, tal parece que a la oposición de ahora le faltan años de práctica cotidiana para estar en forma, les pesa su pasado deshonesto, no hay liderazgo ni neuronas para diseñar acciones impactantes, están muy vistos por el pueblo y ya nadie les cree.
La guerra psicológica que tiene como objetivo sembrar la confusión contra el presidente fracasa una y otra vez. La desinformación, las mentiras que se esparcen, más que dañarlo terminan volviéndose dogmas que hacen al emisor errar el golpe y perderse en sus propias mentiras, -quieren emular los ejemplos del pasado de estrategas fascistas de otros países (Joseph Goebbels) que fabricaron y se creyeron sus propias mentiras-. Esto mismo quieren hacer en México ese coro casi uniforme de columnistas, comentaristas de radio y tv, analistas políticos empeñados —muchos de ellos desde hace casi 20 años— en destruir a Andrés Manuel López Obrador, por quien sienten un desprecio y una animadversión que raya en lo patológico, que no aprenden de sus fracasos en cascada, no entienden que son otros tiempos.
Esa pléyade de intelectuales, académicos, líderes de opinión que, a pesar de su preparación y de su influencia, han sido incapaces de entender un nuevo estilo de gobernar —tienen que entender que a pesar de sus muchos esfuerzos para evitarlo— AMLO ocupa gústeles o no la Presidencia de la República.
Muchos de ellos han vivido de eso, han sido cooptados desde siempre, otros no, algunos antes eran demócratas y de pensamiento avanzado, pero tristemente también les han llegado al precio. Tienen argumentos infantiles que empequeñecen su posición de intelectuales o de periodistas libres, quieren jugar a Jugaron a ser demócratas pero repentinamente se dan cuenta de que eso no es lo suyo, tachan a los seguidores de AMLO como plebe, ignorantes y pobretones. Están rabiosos y no lo ocultan, ya enloquecidos siguen cometiendo error tras error y quieren desesperados jugarse el todo por el todo.
Así no se prestigiarán, la 4T necesita una oposición y un periodismo de alto nivel, cuya crítica de altura le ayude a enrumbar mejor su gobierno, una crítica constructiva, sin difamación, sin mentiras y sin perversidades. De seguir así terminarán por auto destruirse.
Con esas conductas seguirá vigente la premisa histórica juarista: “El triunfo de la reacción es moralmente imposible”.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 29 de Junio de 2020
¡¡Seguimos en la lucha!!
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