LA SOBERANÍA NACIONAL / 604
POR: GUILLERMO OROZCO
“La Soberanía no se discute, simplemente se ejerce”.
Augusto César Sandino.
La Soberanía es uno de los atributos del poder, inicialmente fue un concepto de índole político y posteriormente evolucionó hasta convertirse en un concepto de índole jurídico.
Soberanía etimológicamente significa lo que está por encima o sobre todas las cosas, de “super-sobre” y “omnia-todo”, esto es, el poder que está sobre todos los demás poderes.
El ideólogo de nuestro país que ha dejado mayor relevancia en relación con el concepto de soberanía, es el cura insurgente José María Morelos y Pavón, en los Sentimientos de la Nación del 14 de septiembre de 1813, documento en el cual se encuentra plasmado el ideal político y social, ahí en el artículo cinco del mencionado documento dice: “La soberanía dimana inmediatamente del pueblo, el cual ha depositado la misma en sus representantes dividiendo los poderes de ella en Legislativo, Ejecutivo y Judiciario”.
Esos principios se adoptaron en el Acta de Independencia Mexicana firmada el 6 de Noviembre de 1813; las ideas que se resaltaron en dicha Acta eran:
Primera.- La Soberanía corresponde a la Nación Mexicana.
Segunda.- Queda rota la dependencia que existía con el trono español.
Tercera.- Corresponden a la Nación los atributos esenciales de la soberanía.
Las constituciones de nuestro país como nación independiente, la de 1824, la de 1857 y la de 1917, conservaron íntegros los conceptos de soberanía utilizados por José Ma. Morelos. La actual de 1917 próxima a cumplir su primer centenario lo contempla en el artículo 39º: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.
La primera parte del artículo 39º alude a la radicación popular de la soberanía, y cuando se refiere a que es esencial, dice que el pueblo es su único dueño, pero que por circunstancias prácticas, no puede desempeñarla y por tal la delega en órganos creados por él.
Afirma el mismo artículo que el pueblo tiene en todo momento el derecho inalienable de alterar o modificar la forma de su gobierno.
La falta de cultura provocada tendenciosamente por los gobiernos neoliberales, propicia la falta de conciencia para que el pueblo ejerza su soberanía como una macroinstitución. Ante esta falta de participación popular las instituciones del Estado se arrogan el derecho de ejercer la soberanía contra el mismo pueblo, convirtiéndolo en una masa obediente muy fácil de manipular.En momentos actuales donde el gobierno se ha pasado de la raya, el artículo 39º pudiera ser la tabla de salvación para modificar el ambiente de un país lleno de corrupción.
El artículo 39º en estos momentos es una bocanada de aire para un ambiente asfixiante. Un poema perdido entre normas legales, un grito ahogado, una caricia ante nuestra cruda realidad.
Cuando la ciudadanía conozca este artículo, se dará cuenta de cómo los funcionarios gubernamentales lo han pisoteado a lo largo de muchos años, viviendo en la opulencia, desviando programas y servicios sociales, violando derechos humanos, etc.
El artículo 39º otorga la soberanía nacional a los ciudadanos mexicanos, pero el resto de la Constitución se encarga de convertirla en calendarios electorales, en partidos políticos como negocio, a causa de que se les reconoce como entidades de interés público, en lugar de funcionar con la aportación económica de sus militantes y en poderes de la Unión sin independencia que caminan de la mano del ejecutivo.
Pese a todo, ver al pueblo unido por una causa justa, aunque sea circunstancial, nos empodera hasta la convicción de que ese artículo no debe ser una hueca retórica,tiene su propia magia, se puede sentir como una llama que de cuando en cuando se alimenta hasta despertar la conciencia de unasociedad que suele dormitar por largos periodos al arrullo de las telenovelas y las noticias mediatizadoras.
El 39 recobra sentido cuando miles y miles de personas salimos a las calles para exigir una reacción justa de quienes nos representan, cuando sentimos que ese poder es de nosotros y que podemos ser soberanos aun con riesgo de que nos repriman.Tiene su propia vida, la mía, la tuya, la de millones de mexicanos, la de los que claman por 43 estudiantes desaparecidos, por la inconformidad contra las reformas estructurales, contra la antidemocracia y contra la más reciente arbitrariedad: el gasolinazo que mucho ha indignado a la sociedad mexicana.
La soberanía nacional reside en el pueblo, pero hace falta que se conozca a fondo ese concepto, para que el pueblo mediante la participación y la protesta cambie el actual sistema de gobierno.
¡EL PUEBLO TIENE LA PALABRA¡
Guillermo Orozco Rodríguez.
Enero 23 de 2017.
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