General Francisco J. Múgica: “Ser radical es un asunto de principios, no de edad” (II)
POR: GUILLERMO OROZCO R.
* Es por circunstancias de la vida el presidente que no tuvimos
* Francisco J. Múgica fue un combatiente e ideólogo incorruptible
* Ideólogo de la Expropiación petrolera en 1938
Para el general Cárdenas el hecho de no haber podido incidir en la sucesión presidencial de 1939 -1940, le resultó algo doloroso, situación de la que no se repuso a lo largo de su vida, durante los quince años que le sobrevivió a Múgica nunca tuvo palabras que denostaran la imagen de su fiel amigo, cuantas veces tenía oportunidad, siempre exaltaba la personalidad de su mentor y confidente.
Múgica era once años mayor que él, Elena Vázquez Gómez narra que en base a una pregunta hecha al ex presidente referente en que en cuántas personas realmente confió en su vida, Lázaro Cárdenas contestó: “personas vivas, sólo en dos, Heriberto Jara e Ignacio García Téllez, pero en quien más confiaba cuando vivía era en el general Francisco J Múgica”.
Francisco J. Múgica Velázquez fue un ciudadano ejemplar, nunca se interesó en aparentar grandeza, aunque fue grande, siempre actuando para lograr mejores horizontes para la patria, su mejor arma para convencer eran su sencillez y su honestidad. Su vida fue una lección de dignidad, pudo encarnar y encarno con tesón y constancia con optimismo revolucionario las vigorosas raíces que sustentaron su fuerza espiritual, siempre congruente en hacer lo que decía.
Siempre rodeado de hombres de gran visión y de alto calibre quienes se desempeñaron como sus secretarios particulares: Jesús Romero Flores, Diputado constituyente e historiador, Alberto Bremaunts, jurista de conducta revolucionaria insospechable y el científico cardiólogo doctor Ignacio Chávez. Se dice de él que cargaba un carácter endiablado y que tenía poca tolerancia para con sus colaboradores, pues el mismo se exigía el doble de trabajo de lo que otros podían desempeñar.
La historia de la vida de Múgica ha quedado en el olvido, pero es importante que se rescate su vida y su obra, se debe hacer un análisis justo y honrado de este héroe del civismo nacional, Múgica caminará en la historia y se le reconocerá como un mexicano intransigente, radical y de firmes convicciones; honrado a carta cabal, semejante en su verticalidad, al héroe de la Reforma Don Melchor Ocampo, cuyas vidas son paralelas: ambos michoacanos, Ocampo de Pomoca y Múgica de Tingüidín. Muy difícil resultó para él tratar de que se le entendiera en un escenario donde el nacionalismo revolucionario, estaba permitiendo que se integraran en el proceso progresista truncado del sexenio 1934 – 1940, a personajes que no encajaban con los ideales de Múgica y Cárdenas.
Su influencia en la Expropiación Petrolera fue decisiva ya que el Presidente Cárdenas le encargó la redacción del Manifiesto o exposición de motivos con que se dio a conocer al país las razones para nacionalizar el petróleo hasta entonces en poder de compañías inglesas y holandesas. Uno de los acontecimientos de mayor trascendencia del México Contemporáneo.
Múgica pudo ser el sucesor presidencial del general Cárdenas, pero éste prefirió, para dar un respiro a los vertiginosos cambios sociales que se habían gestado en su gobierno, dejar libre la sucesión, por lo que el candidato sería Manuel Ávila Camacho, con lo cual decretó la muerte y continuidad del cardenismo. Después se arrepintió de no haber intervenido más directamente en esa sucesión, pero ya era demasiado tarde. Múgica se convirtió en el presidente que no tuvimos.
Meses antes de la sucesión, (17 de enero de 1939) Múgica había renunciado a su cargo de secretario de Comunicaciones y Obras Públicas. La lucha por la candidatura presidencial se había anticipado, otros secretarios de Estado, Manuel Ávila Camacho y Rafael Sánchez Nava, también dejaron sus puestos bajo el siguiente argumento: “Nuestro retiro de la administración no debe entenderse, sin embargo, como si definiéramos nuestra actitud en el campo político, pues el principal propósito que nos guía a tomar esta determinación es el de evidenciar que no deseamos utilizar los altos puestos que ocupamos como un medio para llamar la atención pública sobre nuestras personas”
Con la expropiación petrolera se afectaron intereses muy poderosos, “la participación de Múgica en esa acción trascendental lo puso en una posición muy problemática en lo referente a su candidatura”. De ahí que Cárdenas, dicen que comentó, «no es el momento» y prefirió consolidar las transformaciones sociales ya ganadas, antes que provocar una especie de guerra civil, con la derecha en pie de lucha. Es por eso que el hombre que se pensó serviría para apaciguar las agitadas aguas no era otro que Ávila Camacho. Cuentan que el general Cárdenas se arrepentiría después por la llegada a la presidencia de Manuel Ávila Camacho.
El rescate de la figura de Francisco J. Múgica en los momentos actuales es una tarea de primer orden, -Múgica y Cárdenas son héroes que siguen vivos- en el presente régimen la derecha ha desenterrado el hacha de guerra desde antes y desde el principio del sexenio de AMLO, ni siquiera se esperaron a los momentos de la sucesión en el 2024. La historia como maestra de la vida servirá para que no se repitan escenarios del pasado.
Fuente.- Gilly Adolfo, El cardenismo: una utopía mexicana
Ribera Carbó Anna.- El presidente que no tuvimos
Guillermo Orozco Rodríguez.- A 23 de marzo de 2020
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