domingo, 1 de marzo de 2020

MATAMOROS DE LA LAGUNA COAHUILA ORGULLOSAMENTE BASTIÓN JUARISTA


POR: GUILLERMO OROZCO R.


* El 4 de septiembre de 1864 el benemérito encarga el archivo de la nación
* El 21 de marzo de 1969 se celebra la concentración escolar más numerosa en la cueva del tabaco

                                               La Cueva del Tabaco 
El ayuntamiento de Matamoros de la laguna Coahuila hace esfuerzos importantes por preservar la memoria histórica de su pasado juarista, el próximo 21 de marzo  se le dará énfasis a las ceremonias que se iniciaron a mediados de los años cuarenta en la cueva del tabaco, pero que tuvieron su mayor esplendor a partir de 1969 en el emblemático recinto de la patria.
Según la tradición oral oral los peregrinos amantes de la República  arribaron a El Gatuño (Congregación Hidalgo) al filo del mediodía del 4 de septiembre de 1864,  fueron recibidos en la vivienda de la familia Álvarez Rivas, allí comieron  don Benito y sus ministros. Una habitación que aún se conserva  fue por unas horas el palacio nacional y ahí el benemérito   tomó algunos acuerdos.
A iniciativa del Profesor Domingo Adame Vega, Director Federal de Educación en la Laguna y con una cooperación de 20 centavos por cada alumno de las escuelas primarias, se pudo adquirir el inmueble. La SEP completó el valor de la compra y con lo recaudado se arregló el techo de la habitación, se circuló el terreno con tela ciclónica, se pintó por fuera y por dentro, se puso un pequeño busto de don Benito Juárez García al frente y una placa. A partir de entonces Don Luis Treviño Alzalde descendiente de Don Juan de la Cruz Borrego fue completando un trabajo de investigacióncon fotografías de los lugares donde estuvo Don Benito Juárez en tiempos de la República itinerante.
El más importante acto que tomó el presidente Juárez ese mediodía que ese mediodía fue el de confiar a los laguneros la custodia del Archivo General de la Nación. El archivo había quedado en Saltillo cuando el gobierno se trasladó a la ciudad de Monterrey. A la salida de la ciudad no fue posible regresar a la capital de Coahuila porque la amenaza de los franceses lo impidió. El día 21 de agosto de 1864, el general Aureliano Rivera, desde Parras, se dirige a don Benito y le informa en su carta, que estando en Saltillo encontró el archivo del gobierno en mala condición; que lo recogió y acomodó lo mejor que pudo en unas carretas y que en carros y con una escolta de 100 hombres, lo envió al general Jesús González Ortega para que le sea entregado al Benemérito. Esto ocurre el 21; el 24, la caravana arriba a San Lorenzo de Parras y allí le dan alcance los conductores del archivo. Efectivamente eran 55 cajones, acomodados en 11 carretas, cuyo desplazamiento hacía más lenta la marcha del gobierno.
Con el fin de acelerar la marcha el Señor Juárez determinó la necesidad de ocultarlo y dejarlo en manos de los laguneros. Llamó a don Jesús González Herrera y le preguntó si entre sus amigos y partidarios había quienes fueran capaces de guardar un secreto y cuidar algo que se les confiaría, con la seguridad a costa de su propia vida. Don Jesús le contestó que entre los hombres que allí estaban se encontraba el apropiado, el recomendado fue  don Juan de la Cruz Borrego, su tío.
El compromiso de los laguneros fue el de ocultarlo y defenderlo durante unos cuantos días, si acaso algunas semanas. Sin embargo “la cajonería” se quedó en la cueva del tabaco  hasta los primeros meses de 1867.
En base a  la tradición oral conservada amorosamente y pasada de padres a hijos se supo quienes colaboraron en esa peligrosa e importante tarea, pues los proimperialistas como Máximo Campos y Toribio Regalado pensaban que eran lingotes de oro y siempre los acosaron y hasta torturaron. La lista de los nobles y valientes custodios es la siguiente:
Juan de la Cruz Borrego; jefe, Darío López Orduña; jefe del grupo armado, Marino Ortiz; pastor, victimado, Guadalupe Sarmiento; pastor, victimado, Gerónimo Salazar; pastor, victimado, Pablo Arreguín; custodio armado y victimado, Manuel Arreguín; custodio armado y victimado, Ángel Ramírez; custodio armado, Julián Argumedo; custodio armado, Vicente Ramírez; custodio armado, Cecilio Ramírez; custodio armado,  Andrés Ramírez; custodio armado, Diego de los Santos; custodio armado,  Epifanio Reyes; custodio armado,  Ignacio Reyes; custodio armado, Telésforo Reyes; custodio armado, Jerónimo Reyes; custodio armado, Mateo Guillén; custodio armado,  Francisco Caro; custodio armado,  Julián Caro; custodio armado y  Guillermo Caro; custodio armado.
Después de ocultarlos en el arroyo del Jabalí y ante el riesgo de lluvia, decidieron trasladar los bultos a una oquedad conocida como  cueva del tabaco, su pequeña entrada quedaba disimulada porque al frente se cubría con las ramas de un granjeno, -arbusto de ramaje tupido-, de varas delgadas y espinosas, hojas pequeñas y frutos redondos que en la madurez adquieren color naranja, el granjeno fue lazado e inclinado para que  finalmente volviera a su posición original, quedando así disimulada la entrada.
Posteriormente Don Benito Juárez va consolidando su gobierno gracias los triunfos del ejército republicano y de Paso del norte se regresa rumbo al sur.  El presidente itinerante  de 1863 va en camino hacia la ciudad de México como vencedor. A principios de enero está en Zacatecas y se hace un intento de entregar el archivo.
Por  órdenes superiores, don Juan carga  en los carros y carretas el archivo y parte  hacia Zacatecas,  por la ruta de Viesca, lo acompaña don Jesús Chavero, que va como secretario de la nueva caravana. Una escolta de cincuenta hombres, les da garantías y seguridad. Los improvisados soldados van al mando de los señores Bernardino Altamirano y Francisco Vallejo,  llegaron a la hacienda de Pozo Hondo, Zacatecas. Allí pernoctaron y al día siguiente, cuando avistaban la villa de Coss, son avisados de un audaz golpe de mano de Miramón sobre Zacatecas y de la forzosa evacuación de la plaza por los soldados.
Los conductores del archivo, obrando con buen juicio, se regresan a Viesca en donde esperan el desenlace de los acontecimientos. Días después llegan algunos oficiales del ejército republicano para recoger el archivo que, con las formalidades debidas, es entregado por el jefe de quienes lo habían custodiado durante dos años y casi cinco meses. Finalmente la entrega no se efectúa en Zacatecas  sino en un lugar denominado la Punta, unas leguas al sur de Viesca.
Es un aliciente para los admiradores de Juárez que el Ayuntamiento de Matamoros, rescate la memoria histórica del benemérito al que tanto le deben los habitantes del antes Rancho de San Juan Nepomuceno de la Carrera  beneficiados con aquel primer reparto agrario del 28 de agosto de 1864.
Estaremos presentes en la ceremonia del 21 de marzo en la cueva del tabaco.
Fuente.- Matamoros Ciudad Lagunera del Profesor José Santos Valdés, Por la Vega de Marrufo del Profesor Roberto Treviño Rodríguez.
Guillermo Orozco Rodríguez.- A 2 de Marzo de 2020

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