LA FARSA SIN SENTIDO / 577
Guillermo Orozco R.
“Los miembros del Olimpo Pedagógico, en lugar de ahondar en nuestra rica historia de la educación, se pasan el tiempo hablando cosas de lo que no saben hacer”
José Santos Valdés
Indudablemente que la jornada electoral del 5 de junio de 2016, en donde se disputan 12 gubernaturas, ya ha sido opacada por otra elección más atractiva, la presidencial de 2018.
Es por eso que Aurelio Nuño como titular de la SEP y lanzado a la palestra de los presidenciables, ya empieza a tener contradicciones muy fuertes con el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, que como papa caliente suelta o evade el problema del conflicto magisterial,provocado por la testarudez del sargento Nuño, al querer implementar por la fuerza y no por la vía del diálogo, la mal llamada Reforma educativa y Osorio tampoco quiere abordar el reciente conflicto estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN), cuyos actores son aún más belicoso que los maestros.
Y es que el actual Secretario de Educación Pública, que presume de ser una apasionado de la historia de México, debe demostrarlo dedicándole un poco de tiempo a la lectura de las obras educativas de los mejores titulares que le antecedieron en el cargo:José Vasconcelos, Narciso Bassols y Jaime Torres Bodet entre otros, que aseguraron que el normalismo junto con la educación tecnológica y la Universidad deben defenderse, por ser una de las tres columnas vertebrales que sostienen la infraestructura educativa de nuestro país.
La defensa del normalismo y de la escuela pública evitará los afanes de grupos empresariales como Mexicanos Primero, puedan apoderarse del servicio educativo que debe ser una obligación del Estado.
El Profesor Ruperto Ortiz Gámez es un ameritado maestro que impartió cátedra en el nivel básico de la educación pública durante 45 años, pero sobre todo fue docente y Director de la mejor escuela Normal del norte de México, ubicada en Nieves, Zacatecas durante 30 años de esa larga y fructífera carrera, es decir que tiene autoridad moral para hablar sobre temas educativos, a diferencia de los actuales funcionarios de Educación que siguen dando palos de ciego.
En su trinchera de maestro jubilado desde hace casi 7 años, sigue insistiendo en que es un error denigrar y tratar de enterrar el normalismo como una tradición de las Escuelas formadoras de maestros, es por eso que en esta colaboración se transcribe de manera resumida una carta dirigida al encargado del Despacho de la Secretario de Educación Pública:
Zacatecas, Zacatecas; a 15 de Mayo de 2016
- Lic. Aurelio Nuño Mayer
Secretario de Educación Pública
Sr. Secretario:
El día de ayer, concluida la semana de expedición de fichas en las Escuelas Normales de Zacatecas, me enteré de que fueron muy pocos los jóvenes interesados en estudiar para maestros, que se presentaron a sacar ficha para el examen de admisión.
¡Qué lamentable que ya no se interesen en ser maestros! Porque que están desanimados de lo que hacen los funcionarios de la SEP.
Este hecho que para mí es preocupante, seguramente que para USTED es motivo de alegría. Usted debe estar feliz porque, a pulso, ha logrado desmotivar a los jóvenes para que ya no quieran ser maestros. Si ése era uno de sus propósitos ocultos, ha tenido éxito, lo ha logrado. Puede frotarse las manos y brindar por ello.
Pero es lamentable y preocupante esta situación por dos razones principales:
1.- La selección será muy pobre. No ingresarán los mejores candidatos a maestros y seguramente egresarán pocos, además con una calidad no deseada.
2.- Es un duro golpe para los hijos de campesinos, obreros, maestros y trabajadores en general, que por décadas vieron en las Normales públicas las instituciones a su alcance. Es un duro golpe para los pobres.
Para mí, USTED ES EL RESPONSABLE DE ESTO. Sus hechos, no sus dichos, lo pintan como enemigo del Normalismo mexicano.
Dos de sus acciones más negativas han sido: el duro golpe directo que les ha propinado a las Escuelas Normales públicas y el duro golpe directo que les ha dado a los maestros en servicio.
Eso significa:
1.- Que AHORA no sólo los egresados de las Escuelas Normales públicas puedan ocupar una plaza de maestro, sino también quienes se prepararon para ingenieros, médicos, abogado, técnicos, etc.
2.- Que esté cesando a maestros en servicio, sólo porque cometieron -según usted- el imperdonable pecado de no haberse presentado a la evaluación docente.
Con aires de gran reformador declaró: “Se acabó…el pase automático a egresados de escuelas normales.” “La reforma educativa quita el monopolio a las normales para que sólo sus egresados sean maestros.” “Hoy cualquiera que tenga un título de licenciatura puede presentar un examen para ser maestro…”
Usted podrá decir lo que quiera, pero eso es un ATENTADO contra las Escuelas Normales públicas. Pues el papel de las Escuelas Normales, desde su creación, ha sido el de formar a los maestros de México.
En su carrera desbocada por perjudicar a las Escuelas Normales públicas, especialmente a las Normales Rurales, se contuvo por el caso Ayotzinapa. ¡Qué precio tan alto tuvieron que pagar estas escuelas para salvarse! ¡Los millones de pesos que ahora les está autorizando están teñidos de sangre!
Es condenable que para que los maestros presenten sus exámenes, se tengan que montar aparatosos operativos policíacos. Nada de educativo tiene que se use la amenaza, el garrote y el miedo, para que los maestros presenten sus exámenes de evaluación. Lo educativo sería que voluntaria, libremente, y hasta con gusto, alegría y mucho interés se presentaran a las sedes de aplicación. Usted justifica los operativos policiacos diciendo: … habrá la presencia de la Policía Federal “para garantizar el derecho que tienen los maestros a evaluarse…”Desde que le leí por primera vez a esta expresión encontré un saborcillo a cinismo.
No pretenda engañar a nadie: la inmensa mayoría de los maestros que se han presentado a las evaluaciones no han ido por su voluntad, han ido por la obligación que les han impuesto. Se han presentado por miedo a la represión. Y donde hay miedo, no hay libertad ni democracia. A los maestros que no se presentaron a la evaluación Usted ya los cesó. Ha justificado esta medida diciendo: ” se aplicará la ley… los maestros que no se presenten a la evaluación serán retirados del servicio.”
En el tono que lo dice da la impresión de que se siente un paladín de la justicia, un hombre celoso del cumplimiento de la ley, algo así como un moderno Benito Juárez. Pero la distancia entre su conducta y la de Juárez es mayor que la que hay de aquí a la luna.
El gobierno de la República primero hizo una ley “a la medida” -utilizando su expresión- y, ahora, usted la aplica como si fuera la más justa y positiva de las leyes, y pone oídos sordos a la inconformidad de los maestros, que es precisamente contra el contenido de la ley. Todo su discurso educativo se reduce a decir: “No vamos a dar ni un paso atrás en la aplicación de la ley.” ¡Qué pobre discurso educativo!
Le mando esta cuarta carta con la esperanza no sólo de que llegue a sus manos directamente, sino de que rectifique lo que es necesario rectificar por el bien de la educación, teniendo presente que “Errar es de humanos; permanecer en el error es de necios y rectificar es de sabios.” Practique los valores de la sencillez, la humildad, la modestia, y baje del pedestal de la arrogancia y la prepotencia.
Atentamente.
Profr. Ruperto Ortiz Gámez.
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