LUIS TREVIÑO ALZALDE, MILITANTE JUARISTA / 574
Guillermo Orozco Rodríguez
“Luis Treviño Alzalde es un militante juarista que no le canta ni le recita a Juárez: lo vive”
José Santos Valdés
Luis Treviño Alzalde fue un campesino fuera de serie, nació y vivió en el poblado de Congregación Hidalgo, donde fallece el año 2000. Puso a funcionar con mucho amor y esfuerzo un museo dedicado a Benito Juárez,pues desde niño escuchó de labios de su bisabuela Doña Nestora Ramírez, quien siendo niña presenció la llegada del Benemérito al viejo Gatuño, que era el nombre con el que se conocía a esa pequeña población, en donde DonBenito y sus ministros fueron atendidos en la casa de la familia Álvarez Rivas, y doña Cesárea Rivas de Álvarez sirvió personalmente la mesa de los visitantes, en una habitación que se conserva como un monumento —pues de hecho por unas horas fue el Palacio Nacional.
El objetivo de montar ese modesto recinto denominado hoy “Museo Juarista” fue rescatar y difundir el hecho histórico del paso de Don Benito Juárez por esa población, donde decide dejar bajo la custodia de Juan de la Cruz Borrego y otros vecinos el archivo de la nación.
El archivo de la nación constaba de 55 bultos distribuidos en once carretas tiradas por bueyes, lo que empezó a hacer más lenta y pesada la marcha de la caravana republicana cuyo destino era llegar a Paso del norte, hoy Ciudad Juárez.
Treviño Alzalde, durante muchos años de investigación, logró reunir fotografías, documentos y objetos originales que daban fe junto con la rica tradición oral de los hechos suscitados en esta región y en el norte del país durante la intervención francesa.
Para conocer los antecedentes de la llegada del Presidente Juárez al Gatuño, Luis Treviño recorrió la República Mexicana, recopiló datos y elaboró un registro fotográfico de los lugares a los que llegó el Benemérito, durante su exilio forzado y con sus propios recursos, logratrazar la más fiel ruta juarista a la que se le denomina “República itinerante”.
Doña Nestora Ramírez bisabuela de Luis Treviño, fue esposa de Agustín Borrego, hijo mayor de Don Juan de la Cruz Borrego,por lo tanto el fundador del museo juarista es descendiente directo del custodio principal del archivo de la nación.
Luis Treviño no terminó siquiera el segundo grado de primaria, pero su personal disposición y espíritu de superación hacen que aprenda a leer de manera autodidacta, siendo ya mayor de edad y al lograrlo se dedica a rescatar la figura de Juárez.
Mediante la tradición oral conoce sobre el paso de don Benito por La Laguna, en especial su estancia en el Gatuño de las 12 del día a las tres de la tarde del 4 de septiembre de 1864 y junto con ello se entera del sacrificios de los laguneros,convencidos republicanos y fieles defensores de la patria ellos son: Juan de la Cruz Borrego, jefe, López Orduña, Marino Ortiz, Guadalupe Sarmiento, Gerónimo Salazar, Pablo Arreguín, Manuel Arreguín, Ángel Ramírez, Julián Argumedo, Vicente Ramírez, Cecilio Ramírez, Andrés Ramírez, Diego de los Santos, Epifanio Reyes, Ignacio Reyes, Telésforo Reyes, Francisco Caro, Julián Caro, y Guillermo Caro, al conocer esos hechos Luis Treviño se convierte en un decidido, militante juarista.
Para guardar cuanto iba encontrando –viajaba a los lugares en los que había alguna noticia, algún documento, algún objeto que recoger– y en una modesta habitación de su casa –ordenó todo de acuerdo con su personal criterio, sin técnicas sobre museografía o documentoscopía, agrupó todo poniéndolo sobre mesas o “colgándolo” de la pared. Su amor por las hazañas de sus antepasados y de la cautivadora figura del Benemérito, lo empujaban a gastar su propio dinero, que no era mucho, en enriquecer su pequeño pero importante recinto.
Sin ayuda de nadie, movido por la patriótica raíz de su humana condición, se preocupó de adquirir vitrinas, poner marcos y vidrio a fotografías y documentos, los almacenó, ordenó y clasificó. Muchas personas se dieron cuenta de ese interés y le regalaban objetos, pero otros más hasta lucraron al vendérselos.
Casi nadie sabía del Museo y poca importancia se le daba, hasta que
el 18 de junio de 1964, el oficial mayor de la Secretaría de Educación, Mario Aguilera Dorantes –en una visita totalmente fuera de programa– visitó el Museo y la casa en la que Juárez despachó aquel histórico día4 de septiembre de 100 años atrás y donde tomó la decisión trascendental: confiar la lealtad y patriotismo de los laguneros, el Archivo de la Nación cuyo traslado dificultaba el avance de la caravana del patriotismo.
La ruta que siguió Juárez para llegar a Paso del Norte, hoy Ciudad Juárez, fue 7600 kilómetros aproximadamentey el tiempo que permaneció fuera de la ciudad de México fue de 4 años un mes y quince días.
En ese recorrido Luis Treviño recopiló datos, documentos, vestigios y hasta anécdotas, una de ellas fue la que le sucedió al Presidente en su paso por Rosales.
Rosales es un pueblo que se localiza a escasos ocho kilómetros de la Ciudad de Delicias; Chihuahua, al llegar Don Benito Juárez a ese lugar el 10 de octubre de 1864, fue recibido con gran entusiasmo por los vecinos, se le ofreció un banquete que terminó en baile, es entonces que Don Benito solicitó una pieza para bailarla, se le complació con la polka llamada la escobita, posteriormente ya en la Ciudad de Chihuahua quiso escucharla de nuevo y al no recordar el título de la misma les puso como referencia que le tocaran la segunda que tocaron en Rosales, nombre que quedó en la memoria colectiva de los chihuahuenses, olvidando el de la escobita, quedando así como “la segunda de Rosales”.
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