sábado, 11 de noviembre de 2017

LUCHAS PROLETARIAS EN PURÍSIMA; COAHUILA 


Guillermo Orozco R.
* Se decreta la expropiación y reparto de la Hacienda la Purísima el 29 de octubre de 1936
* El primer presidente del comisariado ejidal fue el Sr. Simón Rodríguez


“Cuando la tierra sea del pobre, entonces será libre”
Ricardo Flores Magón

El Ejido Purísima se localiza en la parte norte del municipio de Matamoros; Coahuila, a una distancia de 20 kilómetros tanto de la Ciudad de Torreón, como de la propia cabecera municipal a la que pertenece. Actualmente tiene una población aproximada a los 2000 habitantes.
La categoría de ejido la adquiere desde el año de 1936, gracias al decreto expropiatorio del 6 de octubre de ese año, expedido por el General Lázaro Cárdenas del Río.
Hasta el año de 1886 era parte de la hacienda de San Antonio del Coyote, la cual tuvo que venderse a causa de las muchas deudas que tenía la viuda del fallecido terrateniente de origen vasco,  Leonardo Zuloaga. Doña Luisa Ibarra de Zuloaga tiene que deshacerse de muchas de sus propiedades, las cuales entrega a la casa de préstamos “Rapp Sommer y Compañía” el 23 de agosto de 1886 quienes  compraron en $220,000.00 (DOSCIENTOS VEINTE MIL PESOS), los siguientes lugares: “El Torreón”, con sus ranchos, “El Tajito”, “San Antonio de los Bravos” y “San Luis”;  además, la Hacienda de “San Antonio del Coyote”, con sus ranchos: “El Hormiguero”, “Solima”, “Guadalupe”, “Purísima”, “Solís” y “Granada”. De esa cantidad, sólo recibió doña Luisa $85,000.00 ya que el resto fue abonado a sus deudas.
En la época del reparto agrario el dueño de Purísima era Ernesto Franco, un miembro prominente del ala conservadora de los hacendados de la  región,  quien nunca pudo asimilar la expropiación de que fue objeto  y a los pocos años,  en 1939, participó activamente en la fundación del Partido Acción Nacional (PAN),  organismo que surge precisamente para combatir los actos de gobierno del general Cárdenas.
Los jornaleros agrícolas de Purísima, igual que la mayoría de las haciendas  productoras de algodón de la comarca lagunera, secundan el movimiento de huelga iniciado en la hacienda de Manila, Municipio de Gómez Palacio, Durango en junio de 1935, exigiendo justas demandas de carácter proletario. Aumento salarial, reducción de la jornada laboral, servicios médicos, etc.
Las condiciones de los trabajadores eran demasiado precarias, los jornales percibidos apenas oscilaban entre los 50 y 80 centavos diarios. La mayor parte de sus ingresos iban a parar a la tienda de raya, que era un establecimiento regenteado por un socio o prestanombre del hacendado.
De ese movimiento proletario surgen los Sindicatos Rojos, organizados por la influencia del Partido Comunista Mexicano, entre los que destacan regionalmente líderes como Tomás Palomino Rojas, Domingo Garibaldi, Cruz Chacón Sifuentes, Manuel Morúa y en el caso particular de la hacienda de Purísima lo encabezan Tomás Medina López, José Medina López, Tiburcio Esparza, Zeferino Esparza, Juan Esparza, Macedonio Esparza, Simón Rodríguez y Francisco Sánchez, entre otros.
El conflicto de Manila se generalizó por toda la comarca lagunera, columnas de huelguistas se presentaban en las haciendas y exigían que el latifundista o su administrador se retiraran inmediatamente del lugar, colocando así sobre el tejado o en la puerta principal,  la bandera rojinegra, que era el estandarte de la huelga.
Posteriormente el comité de huelga fue llamado a la capital del país por el propio Presidente Cárdenas, ventilándose el conflicto laboral en la suprema Corte de Justicia de la Nación,  la que dictó un laudo a favor de los trabajadores, mismo que muchos hacendados se negaron a acatar.
Los hacendados, carentes de argumentos fomentaron con la fuerza del dinero la creación de sindicatos blancos, trayendo a la Laguna un ejército de 10 000 trabajadores, provenientes de Zacatecas, Durango y San Luis Potosí, con ofertas de salarios de seis y hasta siete pesos por día, algunos se convirtieron en esquiroles, pero otros se sumaron al movimiento de huelga de sus hermanos de clase.
Ante la presión popular, el Presidente Lázaro Cárdenas expide el histórico decreto del 6 de octubre de 1936,  mediante el cual se expropian y reparten las grandes haciendas algodoneras de la comarca lagunera.
Ese acontecimiento debe abordarse con un enfoque que nos permitaentenderlo objetivamente, evitando caer en la actitud oficialista que manejan los gobiernos, principalmente del PRI, que tratan a toda costa de adjudicarse la potestad del reparto agrario.
Si hablamos del Reparto Agrario de 1936, es justo reconocer la congruencia del General Cárdenas y  su ideario agrarista, pero no podemos dejar de lado a los líderes campesinos torturados, encarcelados y asesinados por diferentes gobiernos, al demandar  reivindicaciones sociales para el campo, con la orientación de los maestros rurales, para que se cumplieran los postulados de la revolución.
Como consecuencia de la lucha campesina,  las haciendas algodoneras se convierten en Ejidos, cada Poblado de la Comarca Lagunera fue ejecutado mediante una resolución en lo particular, en Purísima dicha resolución se dicta el 29  de octubre de 1936 en una asamblea general del nuevo Ejido, donde se nombra además la primera directiva ejidal, el cargo de Presidente del Comisariado Ejidal se le otorga al Sr. Simón Rodríguez.
La publicación de lo anterior aparece en el Diario Oficial de la Federación el 24 de noviembre del mismo año. La dotación fue de 1712 hectáreas para beneficiar a 252 campesinos y una parcela escolar. De esos ejidatarios primordiales de 1936 sólo sobrevive el ejidatario Teodoro Carreón González.
Si tomamos en cuenta los datos anteriores significa que la fecha exacta del Aniversario del Reparto de Tierras en el Ejido Purísima,  debe celebrarse el 29 de octubre  de cada año, por ser la fecha de su  resolución ejidal, pero por razones que ya nadie recuerda el mismo se organiza  tradicionalmente el 13 de Noviembre.
Este modesto esfuerzo de recatar el pasado, debe servir para que los herederos de esos luchadores tenaces por la tierra, eviten deshacerse de ese patrimonio que tanto esfuerzo costó y pugnar por que prevalezca en el poblado el sentido importante de seguir siendo  comunidad, una comunidad con lazos de afectos y fraternidad.
La presenteinvestigación la elaboro para recordar el 81 aniversario del reparto agrario en la comunidad de Purísima, lugardel que guardo entrañables recuerdos y a la que llegué a laborar en 1977  en la escuela primaria “Progreso”, recién egresado de mi entrañable Normal Rural de San Marcos; Zacatecas.
¡Honor eterno a los ejidatarios primordiales de 1936!
FUENTE: Manila, una huelga exitosa de peones agrícolas, Luna Ortiz José.
Luchas campesinas en la comarca lagunera, Orozco Rodríguez Guillermo
Historial Agrario, Registro Agrario Nacional

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