martes, 4 de septiembre de 2018

LA REFUNDACIÓN DEL SNTE 

Por Guillermo Orozco Rodríguez


La precaria situación del magisterio del  periodo de la posrevolución hizo urgente la creación de una organización sindical que defendiera sus intereses como trabajadores. Así fue como apareció como organismo nacional la Confederación Mexicana de Maestros, respondiendo  a la necesidad política del régimen, aproximadamente por 1932 o 1933, agrupación de claros tintes oficialistas. Al mismo tiempo en diversas zonas del país, surgieron diversos organismos magisteriales de resistencia y lucha. En Coahuila, Puebla, Veracruz, el Distrito Federal, el magisterio daba la pelea por sus derechos apoyados por algunas organizaciones obreras.
Rompiendo con la dirección oficialista, nació otra corriente impregnada de filosofía marxista, representada por maestros miembros o entusiastas simpatizantes del PCM, entonces en la ilegalidad y que tenía un gran prestigio entre maestros, campesinos y obreros, primero se organizaron dentro de la CROM y posteriormente en  la Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM). La dirección  comunista del movimiento magisterial creó un organismo nacional: el Frente Único de Trabajadores de la Enseñanza (FUNTE), y  después de un trabajo posterior, se crea la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (CNTE.
En resumen —a partir de 1936— quedaron frente a frente en la lucha por conseguir la organización nacional del magisterio, tres corrientes de opiniónque —al mismo tiempo— se disputaban el predominio en la dirección de esa lucha:  a) los grupos influenciados por el lombardismo
  1. b) La CTM a cuyo frente aparecían directores de educación federal o inspectores generales de la SEP
  2. c) La CNTE, recién nacida, que agrupaba maestros federales, estatales y municipales, con dirección del PCM y ligas estrechas con la ITE. (La Internacional de trabajadores de la Educación
Posteriormente se Constituyó la Federación Mexicana de Trabajadores de la Enseñanza (FMTE), de la que fue Secretario General un extraordinario maestro normalista veracruzano: Cándido Jaramillo.  La FMTE significó un gran paso en la tarea de unificar al magisterio. Objetivo que no se consiguió.
Estos intentos organizativos culminaron con el nacimiento del SNTE en 1943. Al general Manuel Ávila Camacho le interesaba corporativizar al magisterio nacional, además de acabar con la ideología de la educación socialista, promovida por el General Cárdenas, por lo que dentro del engranaje gubernamental nombra como titular de la SEP, a un rabioso anticomunista el Licenciado Octavio Vejar Vázquez, quien persiguió y cesó masivamente a cientos de maestros identificados con el cardenismo (Igual que Aurelio Nuño Mayer durante el sexenio peñista).
La pretensión del presidente era que el sector magisterial estuviera al servicio del régimen y con la bendición gubernamental se convoca a un Congreso de unidad magisterial, en la Ciudad de México el 30 de Diciembre de 1943. De este congreso surge el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE. Inicialmente sus principios contemplaban la defensa de los intereses de los trabajadores de la educación, pero no con mucha energía, ya que siempre: “caminó a la par del Estado posrevolucionario y de la ideología nacionalista y populista de la revolución mexicana”muy ligado a la SEP y al Partido Revolucionario Institucional (antes PRM).
Sus líderes desde el nacimiento de la organización han practicado la cultura de la simulación y han tenido una enorme capacidad de adaptación al acomodarse al partido de los Presidentes de la República. La propia Elba Esther mantuvo por años una relación cercana al PRI, que  incluso la llevó a ocupar la  Secretaria General de ese partido, pero una vez que Acción Nacional ganó la presidencia con Vicente Fox, la organización sindical llegó a la cúspide del poder, ampliando sus redes de actuación en el ámbito educativo; de común acuerdo con el Presidente del llamado cambio que no fue cambio.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a más de setenta y cuatro años de su creación,  está más distante que nunca de  la sociedad y de los maestros.
La actual dirigencia  nos remite a un sindicato debilitado, corporativizado, sin credibilidad ante sus agremiados y sin rumbo en la defensa de los derechos laborales. La reforma constitucional en materia laboral, no educativa de los artículos 3º y 73º, significó la humillación a los maestros de México ante la complacencia del dirigente nacional y su camarilla. Y con ello se abrió el camino para la privatización de la educación pública. Ante una dirigencia del SNTE cooptada y sometida, los trabajadores de la educación deben reflexionar, analizar y tomar acciones para la renovación del SNTE.
Los intentos de la recién liberada Elba Esther Gordillo de asumir nuevamente la dirigencia de la organización no prosperarán, ante los ojos del magisterio queda claro que su libertad más que una acción de justica es una maniobra política para manchar al nuevo gobierno que encabezará AMLO, su bandera de la legalidad no prosperará debido a su deteriorada imagen y desprestigio. Su reciente aparición en público Solo provocó que los maestros exijan  que regrese lo que se robó.
El estilo de chantaje de la CNTE no es confiable para la refundación del SNTE,ya que a pesar de su apariencia de combatividad, tiene lados oscuros, en algunos estados donde tienen amplia influencia y mayoría, hacen alianzas con los gobernantes en turno y de manera inexplicable ayudan al triunfo de candidatos emanados del PRI.
Tampoco se adapta a los nuevos tiempos  Juan Díaz de la Torre que fiel al estilo que ha caracterizado a los dirigentes sindicales a lo largo de su historia trata de simular que trabajará al lado del nuevo gobierno.
Hoy estamos ante la coyuntura de democratizar y refundar al SNTE. La única forma de hacerlo es retomar los principios democráticos del voto universal, libre, directo y secreto desde los centros de trabajo, delegaciones, secciones y el ámbito nacional. Con elecciones donde puedan participar de manera libre candidatos surgidos de la base magisterial y lograr que por primera vez desde su fundación el SNTE deje de ser un sindicato de Estado, sin prácticas corporativas.
Para transitar hacia un nuevo sindicalismo.- Es necesario la revisión autocrítica de la cultura sindical al interior del SNTE y constituir una nueva cultura sindical con cabida a las distintas expresiones, donde exista la tolerancia y diálogo,  disertación de ideas y  toma de decisiones por consenso, cuidando la proporcionalidad y los pesos específicos. La redistribución de las cuotas sindicales y la construcción de un Proyecto Sindical colectivo y participativo.
Fuente.- Obras Completas Tomo I.- Valdés García José Santos
Guillermo Orozco Rodríguez.- 3 de Septiembre de 2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario