Los profesores normalistas agraviados José Luis Coronado
CONDENA A LA REPRESIÓN.
Que le cuesta al gobierno de Peña iniciar una campaña de desagravio hacia el normalismo y sus actores principales, los maestr@s reconociendo ante todo las condiciones en las que estudian y trabajan, sin mas herramienta que su compromiso y buena voluntad para con la Patria y los hijos del pueblo en donde les tocó realizar su labor.
Poco le cuesta y mucho ganaría este torpe y perverso gobierno neoliberal si mantuviera vivo el espíritu original del tercero constitucional y no tratara de introducir términos gerenciales que nada tienen que ver con la reivindicación social que han impulsado desde la creación de la SEP, los educadores del país desde el terreno educativo, como el hecho de la libre competencia de las normales con otras instituciones de educación superior, pues su naturaleza, historia y fines, son distintos.
Por ello urge abrir el debate sobre el fortalecimiento de las Escuelas normales y de una vez colocar en la mesa temas como su autonomía, presupuesto suficiente y la elaboración de sus propios programas académicos de corte federalista, lo que implica un Plan emergente de apoyo a las Escuelas Normales rurales o urbanas.
Pero no, parece que el empecinamiento de Peña es a rajatabla: evaluar para satanizar y cesar y en ello no duda en gastar mas en policías, ejercito, marina y represión que genera oscurantismo, que en los rayos de luz, esperanza y reivindicación que representan l@s maest@s.
Por ello es preocupante al momento en que llegamos en la represión y el enfrentamiento que se dieron en diversos puntos de la geografía nacional entre los educadores y las mal llamadas fuerzas del orden, mejor dicho represoras en Jalisco, Durango, Michoacán, Jalisco pero sobre todo en lo mas patético, el gobierno represor de Javier Duarte en Veracruz, lo que ha jalonado la atención nacional e internacional de solidaridad con los educadores jarochos.
Y entonces entramos al problema principal, La evaluación que confirma el prejuicio, como bien diría nuestro respetado Doctor Manuel Gil Antón y no es extraño que resulte lo que resulta y confirma lo previsto, puesto que los criterios para elaborar los diversos instrumentos y su validación deben realizarse con base en el conocimiento que se tiene de la materia y en la consulta a sus actores, pero estos sencillamente fueron ignorados.
Y prosigue el ameritado académico del Colegio de México “La reforma partió de prejuicios y generalizaciones inválidas, esperar de esto una concepción culta de la evaluación es pedir peras a un poste de luz. y los profesores, han sido declarados, a priori , ignorantes, torpes y flojos”.
Pero el gobierno sigue en sombras y no le interesa ver la luz, pues son los educadores, los intelectuales e investigadores quienes siguen sembrando propuestas sensatas, pues ya en nuestra anterior entrega hablábamos de lo que acordaron en el congreso de investigación educativa de reciente celebración en Chihuahua, en donde expresaron que “´los cambios se han realizado sin la participación ni la consulta debida a los maestros, se les concibe como objetos y no como sujetos, actores imprescindibles en la transformación requerida. La reforma se ha fincado en la estigmatización del magisterio, a quien se desautorizó socialmente y se le condujo a una situación límite: someterse o perder el empleo”
Apuntan el carácter punitivo, los criterios rectores y las prácticas de evaluación imperfectas y poco confiables, no existe una validación adecuada de las pruebas y si improvisación en la capacitación de evaluadores, además no se garantiza un evaluación confiable y se ponen en juego las condiciones de vida de cientos de miles de maestr@s.
Para los investigadores ni la violencia ni la administración selectiva de la justicia con fines políticos, son formas adecuadas para resolver la gran polarización que ha provocado la reforma gubernamental, ni permiten atender las profundas necesidades educativas de nuestro país y no es válido que la prisa, el prejuicio o la arrogancia pongan en riesgo un proceso tan importante como es la educación de las niñas y los niños y hay que sustituir el ruido y la amenaza con espacios para el debate, el diseño concertado y la negociación de los caminos por los que ha de transitar la renovación de la educación mexicana.
Y si le seguimos, el estado confunde la nobleza de los educadores con otro término impublicable, pero no debe confundirse pues los videos de la represión brutal en Veracruz ya dieron la vuelta al mundo en las redes sociales y las interrogantes ¿Por que tanto odio contra los docentes? ¿Acaso a falta de argumentos solo queda al gobernante la posición gorilesca de la represión? ¿Por qué no escucharlos en un dialogo abierto y serio? Y entonces dan risa las poses soberbias de Peña ¿Por qué si para legalizar la marihuana se abre una consulta publica nacional? ¿Porque el gobierno penista no quiere aprender de resistencia civil y dignidad nacional de sus maestros e ir con todas las voces? ¿Por qué no escucharlos?¡ Al tiempo las respuestas!
Nuestro ignorante y autoritario Presidente, debería escuchar las voces de los que si saben y están pensando en el país, de los investigadores que sin mucho manoseo del lenguaje se comportan elegantes para señalarle rutas por donde transitar el sendero educativo, los mismos que de manera clara le dicen que su reforma estigmatiza a los profesores y que su reforma de presunto gran calado no lo es, sino que se reduce a un conjunto de modificaciones administrativas y ese documento que está dando la vuelta al país inicialmente contó con la validación de poco mas de 200 firmas, pero ya en el primer día reunió 3550 rubricas de investigadores de la UNAM, El Colegio de Mexico, el CINVESTAV entre otros. Y las interrogantes ¿Seguirá la política autoritaria de sombras y oídos sordos para el sector educativo?¡Al tiempo las respuestas!
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