LOS DEL SNTE NO SON VÁNDALOS, SON EDUCADOS….Y SUMISOS

Guillermo Orozco R.

“La injusticia, allí donde se halle, es una amenaza para la Justicia en su conjunto." Martin Luther King.

Al general Manuel Ávila Camacho le interesaba la integración del magisterio nacional, además de acabar con la teoría de la educación socialista, sustentada por el General Cárdenas, por lo que dentro del engranaje gubernamental nombra como titular de la SEP, a un rabioso anticomunista el Licenciado Octavio Vejar Vázquez, quien persiguió y cesó masivamente a cientos de maestros (Igual que Nuño Mayer) identificados con el cardenismo.
Al presidente le interesaba que el sector magisterial estuviera al servicio del régimen y con la bendición gubernamental se convoca a un Congreso de unidad magisterial, en la Ciudad de México el 30 de Diciembre de 1943. De este congreso surge el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE.
Inicialmente sus principios contemplaban la defensa de los intereses de los trabajadores de la educación, pero no con mucha energía, ya que siempre: “caminó a la par del Estado posrevolucionario y de la ideología nacionalista y populista de la revolución mexicana”, muy ligado a la SEP y al Partido Revolucionario Institucional (antes PRM).

Así nació, por lo que nadie debe asombrarse de que los liderazgos y más el actual estén siempre al servicio del gobierno en turno, aunque sean panistas y es seguro que de haber gobernado López Obrador, fácilmente se hubieran adaptado al estilo de tan controversial personaje.

Sus líderes desde el nacimiento de la organización han practicado la cultura de la simulación y han tenido una enorme capacidad de adaptación al acomodarse al partido de los Presidentes de la República. La propia Elba Esther mantuvo por años una relación cercana al PRI, que incluso la llevó a ocupar la Secretaria General de ese partido, pero una vez que Acción Nacional ganó la presidencia con Vicente Fox, la organización sindical llegó a la cúspide del poder, ampliando sus redes de actuación en el ámbito educativo; de común acuerdo con el Presidente del llamado cambio.

Respecto a Juan Díaz de la Torre, su actuación no difiere de quienes lo antecedieron en el cargo, con la diferencia de que el actual “dirigente” (si se le puede llamar de ese modo), raya más en el servilismo que los anteriores, pues ostenta el cargo lleno de grandes temores debido a que es producto de los intereses del gobierno en turno, pues fue ungido como presidente de la organización, en la Secretaría de Gobernación, amén de su pasado lleno de cargos comprometedores.

Hizo carrera sindical y política a la sombra de Elba Esther Gordillo. Gracias a ella ascendió en el escalafón, hasta convertirse en secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la segunda posición en importancia del gremio.
Un día después de la aprehensión de la profesora, Juan Díaz declaró: “Le ratificamos nuestra lealtad, nuestro cariño y nuestra solidaridad… confiamos en la maestra Elba Esther Gordillo, y esperamos justicia”. Sin embargo, muy pronto olvidó sus palabras. Públicamente se ha negado a dar la cara por ella. Y cuando le preguntan las razones por las que no visita a su mentora en desgracia, responde que no lo puede hacer porque es un hombre muy ocupado.
Juan Díaz de la Torre asumió la dirección del gremio el 28 de febrero de 2013, dos días después de que Elba Esther Gordillo fue detenida en el aeropuerto de Toluca, acusada por delincuencia organizada. Tuvo 286 votos en favor, ninguno en contra y una abstención, de los 300 consejeros presentes en la 36 sesión extraordinaria del Consejo General del SNTE efectuada en Guadalajara.
En los últimos años, a raíz de la desconfianza de Elba Esther hacia Rafael Ochoa, Díaz de la Torre era su soldado, su brazo derecho, su principal asesor en asuntos jurídicos, laborales y gremiales. Su relación era muy estrecha. Como parte del Colegiado Nacional de Administración y Finanzas del sindicato, él firmaba los cheques para pagar los gastos de la maestra.
Para permanecer en el puesto, Juan Díaz se ha puesto a las órdenes del gobierno federal. Sin ambigüedad alguna ha dado su apoyo a la reforma educativa lesiva a los intereses magisteriales. Según él, esta traerá grandes beneficios a estudiantes y trabajadores de la educación.
Ese liderazgo acotado ha jugado el papel de convidado de piedra en asuntos gremiales, las peores negociaciones en la historia del SNTE en cuanto al aumento salarial han sido las de 2015 y la de 2016.
En 2015 sólo les comunicaron en la XLI Sesión del Consejo nacional del SNTE, mediante una escueta nota denominada comunicado 117, emitido por la SEP de manera unilateral; la “conclusión de la negociación nacional única SEP-SNTE”, aunque la denominación SEP – SNTE haya sido sólo un formulismo, pues la Secretaría de Educación Pública se limitó a comunicar a los líderes sindicales los pormenores de la llamada respuesta a las demandas del magisterio nacional.
El incremento salarial fue de apenas un 3.4 por ciento al salario base de los profesores de educación básica –sueldo tabular-, retroactivo a partir del 1º de enero de 2015, aquí se tomó en cuenta el concepto 07 incluyendo la carrera magisterial.
El pasado 15 de mayo de 2016 el triste papel que jugó el SNTE fue aun peor que lo del año anterior, pues fue cómplice de la SEP. La Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) acordaron separar del sueldo base, el estímulo salarial del Programa de Carrera Magisterial.
Tras 23 años del programa de Carrera Magisterial, los maestros recibieron bajo un mismo concepto denominado “07” su sueldo base, mientras que el de Carrera Magisterial se aplicaba en cinco niveles: 7A, 7B, 7C, 7D, y 7E.
Es por eso que la débil organización sindical del magisterio, comparándola con la CNTE, es presumida por el ahora desaparecido Secretario de Educación Pública, como una organización decente y educada, con la que sí se puede dialogar sobre la Reforma Educativa. Esto a pesar de que nunca estuvo dentro de su agenda tan importante exigencia.
El SNTE no es en estos momentos un interlocutor confiable de la defensa de los asuntos de los maestros de México, pues en los últimos eventos y negociaciones ante la SEP, ha jugado el triste papel de convidado de piedra.

Guillermo Orozco R. 11- VII - 2016