martes, 1 de mayo de 2018

EL DEBATE Y LOS DOS PROYECTOS DE NACIÓN 


POR: GUILLERMO OROZCO R.



“El debate demostró que en México si existe una mafia del poder”
Como se esperaba, y debido a la amplia ventaja que le dan las encuestas a AMLO sobre sus rivales, independientemente de que los mismos representan la continuidad, el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, fue el principal blanco de los otros candidatos, que se hermanaron para lanzar ataques en lugar de hacer propuestas en el llamado debate presidencial 2018. El encuentro  tuvo como ejes los temas de: seguridad y violencia, corrupción e impunidad, y democracia y grupos vulnerables.
No habían pasado los diez primeros minutos de debate cuando los rivales de López Obrador empezaron a arremeter contra el puntero, criticando sus   propuestas y cuestionándolo por supuestas propiedades no declaradas. López Obrador evitó contestar varios de los golpes, aunque en algunos casos tuvo que responderlos.
En el debate participaron López Obrador, el conservador Ricardo Anaya, el oficialista José Antonio Meade y los dizque independientes Jaime Rodríguez El Bronco” y Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón. El Bronco, que se convierte a partir del debate como “El cómico”, o “el payaso”  entró de manera ilegal a la contienda con la finalidad de golpetear abiertamente a López Obrador y evitar que la también ilegal esposa de Calderón,  quedase en último lugar al momento de los resultados electorales.
El auditorio que se interesó en el debate comprobó que lo externado en reiteradas ocasiones por AMLO, es  verdad: Si hay mafia del poder en México, que todos irían con la consigna de echarle montón y que hay dos proyectos distintos de nación en las presentes elecciones, el primero representado por él y el segundo por el resto de los contendientes.
Los últimos sondeos muestran que López Obrador (quien encabeza la alianza de Morena, el Partido Encuentro Social y el Partido del Trabajo) tiene una intención de voto del 48 por ciento. Eso le da una ventaja de 22 puntos porcentuales respecto a Anaya (candidato de la coalición del Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano) y lo deja muy por encima del 18 por ciento de intención de voto del candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade.
Los pronósticos sobre las estrategias de los candidatos de cara al debate también se vieron confirmados en los esfuerzos focalizados de los cuatro en atacar y subrayar propuestas de López Obrador en las que consideran hay inconsistencias. En ese sentido, y a pesar del desempeño de los participantes en el famoso debate, distintos analistas concluyeron que el líder de Morena ganó en sus términos,  porque no perdió su posición; es decir: logró  esquivar o “librar” los ataques.
“Ganó, porque los demás candidatos no consiguieron bajarlo al terreno del debate”. “Ganó porque su participación aparentemente poco belicosa no logró que se hiciera mella en las preferencias que trae como candidato”. “Y ganó porque  llegó al debate a administrar su ya posible victoria, cuidando que su capital político quedara intacto”.
Logró,  con este primer debate que el escenario electoral ante los ojos de los votantes,  quede definido en cuatro candidatos deshonestos, todos miembros de las mafias del poder.
En este marco, la ventaja de López Obrador en las encuestas, muestra que el candidato de Morena ha sabido capitalizar el descontento arraigado hacia el actual gobierno por la situación económica y de violencia, logró esquivar los ataques sin caer en el juego de las provocaciones. Se mostró menos combativo y reiteró el componente moral “regenerativo” de la política como eje central de su plataforma.
“Si en otros ciclos electorales López Obrador era presentado por la propaganda oficial como el candidato intolerante,  —y eso provocaba miedo—, ahora hay tanto enojo contra el régimen, que AMLO se nos presenta como el candidato sereno y conciliador”,
Andrés Manuel provocó que en el marco de la desesperación Anaya y Meade emprendan después del debate intentos desesperados por desprestigiarlo ante la sociedad,  con nuevos spots publicitarios que tuvieron buenos resultados en el pasado, pero que en la actualidad sólo logran el efecto contrario. Ya nadie cree en el mito de convertirnos en otra Venezuela, ni en que es un peligro para México, ni otras patrañas.
El desprestigio de los partidos que postulan a Anaya y a Meade aunado al hartazgo de la población por tanto cinismo y corrupción es tal, que siguen favoreciendo a López Obrador, mismo que parece  aún no alcanza el techo de su crecimiento. Eso indica que la guerra sucia arreciará en lo que queda de la campaña.
Estamos ante un escenario electoral histórico,  en el que por primera vez se daría una transición  de cambio verdadero no pactado, diferente al que se dio en el año 2000, el tiempo ha demostrado que el triunfo de FOX fue una transición simulada.
Estamos a punto de ser testigos,  que con los resultados electorales del 1 de julio, a partir de este año pueda ser  que  ya no gobiernen los mismos.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 30 de abril de 2018.

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