LA CATÁSTROFE DEL PRI Y EL VOTO INÚTIL
POR: GUILLERMO OROZCO R.
“El fin justifica los medios” Maquiavelo
Fundado en 1929 como Partido Nacional Revolucionario a iniciativa de Plutarco Elías Calles, quien logró aglutinar a un conjunto de partidos regionales, todos ellos dirigidos por generales de la pos revolución o caciques locales. El PNR, PRM y PRI, no han sido más que un mismo partido; en el curso de la historia mexicana posrevolucionaria, la organización, las funciones y la doctrina del mismo han variado, pero en lo esencial ha sido un partido oficial en el seno de un régimen aparentemente pluripartidista, un poderoso medio para vincular a las masas al Estado, un importante aparato ideológico y un medio fundamental para legitimar electoralmente a las autoridades -desde los funcionarios municipales al presidente de la República-.
Al menos ese fue su papel casi sin cambios hasta el año 2000, en que por contradicciones internas tuvieron que aceptar una alternancia simulada, al menos eso quedó evidenciado, lo que para muchos fue el triunfo de un panista, a lo largo del tiempo no lo fue tanto, pues Fox jamás tocó las instituciones que mantenían al PRI en el poder, lo que posibilitó su regreso al poder en 2012, llevándose a sus filas en la práctica al que encabezó el gobierno del llamado cambio, quien ahora es un matraquero del régimen priista.
Ahora para desgracia del partido en el poder, ante su desprestigio le apuesta para el proceso 2018 a un candidato que presumió no ser miembro del mismo, esto lo ha llevado al cobro de facturas que lo ponen al borde de la derrota.
Las encuestas, no le traen buenas noticias al candidato “ciudadano”, López Obrador y Anaya siguen en primero y segundo lugar, mientras que Meade sigue cayendo poco a poco, dos o tres puntos menos después del debate, aunque nadie de su círculo cercano lo quieran reconocer. Es decir que la contienda está a punto de convertirse en un escenario entre dos.
Otra circunstancia que como una pesada losa carga el candidato Meade es el rechazo total al PRI y a Enrique Peña Nieto, además de los yerros de sus coordinadores de campaña y su dirigente nacional, que por cierto ya fue sacrificado. Al PRI no le hacen faltas generales, le hacen falta tropas. El PRI se derrumba en esta contienda aun con el planteamiento de Meade de que pudieran ganar “echándole una lanita”. El fantasma de la catástrofe ronda a ese desprestigiado instituto político.
En el PRI se han encendido los focos rojos para su clase política. Prácticamente todos los indicadores señalan que el tricolor perderá gubernaturas que tiene en su poder, como Jalisco y Yucatán, y que no ganará en ninguna de las nueve entidades que disputarán cargos para gobernador.
Más que el crecimiento y expansión de Andrés Manuel López Obrador, el dirigente político opositor que está capitalizando su oposición al modelo peñista, lo que estamos presenciando es el auténtico defecto Peña Nieto. Es decir, la caída acelerada de la aceptación del gobierno de Enrique Peña Nieto y la suma de escándalos de corrupción que involucran a nueve exgobernadores priistas que suman un panorama difícil de remontar para cualquier candidato oficialista.
El propio Meade ha tratado de evadir la única fortaleza que tiene: el “voto duro” de los priistas. En esta parte de la precampaña, el exsecretario de Hacienda trata de presentarse como un candidato desvinculado de un gobierno donde ocupó tres puestos claves en el gabinete.
Por otro lado y envalentonado por el escenario trágico del candidato del PRI Ricardo Anaya, escuchó el canto de las sirenas de un sector de los empresarios, banqueros y hombres de opinión que piensan que si el priista José Antonio Meade y la independiente Margarita Zavala declinan a favor del frentista, éste podría ganarle a López Obrador porque es “fresco”, “habla rápido” y “conecta con los jóvenes”. Cómo si no fueran importantes las propuestas y el objetivo se centre sólo en atajar al tabasqueño.
La confesión de Anaya se produjo en la reunión privada que tuvo con directivos y empleados de Citibanamex, la mañana del viernes 27, y ante preguntas del locutor Leonardo Curzio, quien de manera expresa lo consultó cómo cree que transcurrirán los últimos días de la campaña y que si podría dialogar con sus adversarios Margarita Zavala, candidata sin partido y José Antonio Meade, aspirante priista, Anaya contestó: “Yo esperaría que transcurran por la vía de la altura de miras y del patriotismo. Esta no es una elección más. En esta elección realmente está en juego el futuro del país. Y está muy claro en los números que nuestra coalición es la única que le puede ganar a Andrés Manuel López Obrador”.
Sin embargo el abanderado frentista apegado a su estrategia, negó lo que evidencia el video en su reunión privada con Citibanamex, dijo que está en contra de los pactos cupulares y de impunidad, porque su interés es llamar al voto útil contra López Obrador, que ante su imparable crecimiento se convertirá en voto inútil. Fiel a su guion, el candidato de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano agregó: “En todos los partidos hay gente buena, gente decente, a todos ellos hacemos este llamado. No queremos acuerdos cupulares, no estamos dispuestos al pacto de unidad, sí estamos haciendo un llamado al voto útil”, es decir como dice una cosa, dice la otra.
Siguen los adversarios de Andrés Manuel López Obrador dando palos de ciego, todas las estrategias les salen contraproducentes, ni la campaña del miedo, ni la falsedad de que nos convertiremos en otra Venezuela, ni el querer revivir la falsa premisa de que AMLO es un peligro para México y ahora el bluff de Anaya de presumir la declinación de Meade, les ha dado resultado, López Obrador no ha tocado techo, sigue creciendo y es casi seguro que estamos ante el escenario de que ya es casi imposible evitar su triunfo.
Guillermo Orozco Rodríguez.- Mayo 7 de 2018.
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