RUMBO A LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE EGRESADOS DE ESCUELAS NORMALES RURALES
Guillermo Orozco R.
* Defensa del normalismo en general
Las Escuelas normales rurales siguen siendo presa de ataques de muchos mandatarios estatales. Con los acontecimientos de la tragedia de Ayotzinapa del 26 de septiembre de 2014, parecía que iban a dejar por la paz a estas instituciones, sin embargo las cosas no han cambiado.
El clima de acoso en su contra y la campaña de odio contra los estudiantes de los planteles no han cesado, Durante 2017 fueron salvajemente reprimidos las estudiantes de Cañada Honda (Aguascalientes), de Panotla (Tlaxcala) y los muchachos de Tiripetío (Michoacán). En 2018 se han difundido sobre Mactumatzá (Chiapas) y la de José Guadalupe Aguilera (Durango), campañas negras aprovechando errores en los métodos de los llamados cursos de inducción.
En este mes de noviembre la escuela normal de San Marcos, fue cuestionada ahora con el pretexto que a juicio de la Secretaria de Educación en el Estado de Zacatecas, los gastos de este plantel son excesivos. Afirmar que los gastos son excesivos refleja un gran desconocimiento de las escuelas bajo su tutela o un claro infundio con el que pretende mantener ante los medios de comunicación una imagen negativa de la normal sanmarqueña, esto también es un ataque al normalismo.
Se dice que México es un país crecientemente urbanizado y que, por tanto, no se requiere una enseñanza para el campo. Lejos de ser un lastre del pasado, las normales rurales son una necesidad para otro futuro. Hoy, más que nunca, se requieren de más escuelas de este tipo y de un mayor número de maestros egresados de ellas.
La vida y las luchas de las Normales Rurales forman parte indisoluble de la tenaz pelea de los campesinos pobres de México a lo largo del siglo XX y XXI. Nacieron con la Revolución Mexicana junto con los repartos de tierra y la formación de los ejidos. Después, durante setenta años han enfrentado y resistido las constantes transformaciones contrarrevolucionarias que llevaron hasta el desmantelamiento de la esencia del Artículo 27 constitucional, momento definitivo de la reprivatización y mercantilización de la tierra, proceso que se reflejó hacia las Normales Rurales, a final de cuentas, en la famosa frase de la corrupta y cínica Elba Esther Gordillo, cuando señaló que para lo único que servían era para convertirlas en escuelas de turismo.
Prácticamente desde su creación en los años veinte y durante los años treinta, las Normales Rurales –concebidas sobre todo por el Cardenismo como una parte integrante de la Reforma Agraria y del proceso del desarrollo del campesino– fueron confrontadas por los grandes hacendados y por la Iglesia. Los curas las llamaban “las escuelas del diablo”; el clero, furibundo, amenazaba con excomulgar a las familias de los muchachos que se inscribieran en ellas, y hacían correr rumores sobre las prácticas inmorales que se realizaban en los internados.
Un esfuerzo importante para luchar por la sobrevivencia de las normales rurales que aun existen, la reapertura de otras que justifican su funcionamiento y la creación de nuevos planteles, es la organización de una asociación nacional de egresados que plantee estos objetivos. Es el momento oportuno ante el inicio de un nuevo gobierno con sensibilidad social para las necesidades educativas que el país requiere.
Los egresados de la Normal de San Marcos Zacatecas ya iniciaron con mucha seriedad este proyecto, el 7 de octubre de 2017 se desarrolló el Foro “NORMALISMO RURAL: HISTORIA, OLVIDO Y RESISTENCIA en las instalaciones de la UPN- Zacatecas, inicialmente se propuso formar un frente nacional para la defensa del normalismo. Se ha seguido trabajando en ello, ahora el proyecto se ha modificado y la tarea es formar una asociación nacional de egresados de normales rurales para contribuir en la defensa de los planteles. La tarea es aglutinar al mayor número de organizaciones de egresados para que el proyecto cristalice.
Guillermo Orozco Rodríguez.- 26 de Noviembre de 2018.
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