AYOTZINAPA Y LAS NORMALES RURALES / 516
Ángel Aguirre Rivero y el gobierno federal se vistieron de gloria en 2011, a las 12 horas del 12 de diciembre de ese año, un grupo de estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; Guerrero, organizaron un bloqueo en la salida de la autopista de Chilpancingo a Acapulco. Pedían una audiencia con el gobernador, la policía rompió el cerco a balazos.
El saldo provisional fue de dos muchachos muertos, Gabriel Echeverría de Jesús, de 20 años, y Jorge Alexis Herrera, de 21, varios heridos graves, otros más desaparecidos y al menos 50 detenidos.
Los jóvenes estudiantes campesinos de Ayotzinapa, exigían ese año la solución a un pliego petitorio que presentan cada año. Sus demandas siempre son relativamente sencillas de resolver, que los 35 pesos diarios por muchacho para poder realizar sus tres comidas, se incrementaran, la reparación de baños, dormitorios y las instalaciones de la escuela además que la matrícula anual de 140 alumnos de nuevo ingreso aumentara a 170.
Por pedir una entrevista con el mandatario Ángel Aguirre Rivero para solucionar estas demandas los balacearon, golpearon, persiguieron, asesinaron, hirieron, detuvieron y torturaron. El gobernador Ángel Aguirre y el gobierno federal pueden sentirse orgullosos, lo que implica que se afirme que en Guerrero no hay diferencia de estilos de gobierno, sea del partido que sea.
El requisito más importante para ingresar a Ayotzinapa o a cualquier escuela normal rural es la falta de recursos económicos. Cada año, se organiza en las instituciones una selección en que participan tanto las autoridades educativas como los estudiantes, se vigila que los alumnos de nuevo ingreso sean hijos de campesinos de escasos recursos, lo que en realidad es verificado por la sociedad de alumnos.
Las normales rurales son una de las pocas vías de aspiración a un mejor nivel económico y social al alcance de los jóvenes del mundo campesino, al lograr el ingreso a una de ellas se garantiza educación, hospedaje, alimentación y posteriormente, con suerte, a un trabajo calificado.
Las normales rurales son una herencia de la escuela rural mexicana, de la Revolución y del cardenismo. La primera escuela surge en Tacámbaro; Michoacán en 1922, a lo largo de la historia funcionaron 36, de ese número hoy sólo sobreviven 16, muchas de ellas fueron cerradas a raíz del temor que generó el movimiento estudiantil de 1968, también como resultado de la huelga general que se protagonizó entre julio y agosto de 1969 y otras recientemente como es el caso de la “Luis Villarreal” que funcionaba en el Mexe; Hidalgo, mientras que la de Mactumaczá; Chiapas sobrevive sin el servicio de Internado.
Los normalistas sabemos que existe una larga historia gubernamental por excluir y desaparecer a las escuelas donde se educan los hijos de campesinos y obreros, el objetivo está en el propio estilo y pensamiento de los gobiernos autoritarios e impopulares.La pregunta que está en el aire es: ¿Cuál otra escuela Normal Rural sigue?
Los estudiantes de las normales rurales están organizados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), sus objetivos originales pueden resumirse en: proporcionar una educación democrática; participar en la vida económica de las escuelas, pero sobre todo en el manejo correcto de los recursos destinados a la alimentación; mejorar la salud, vestuario y alimentación; respetar, conservar y usar adecuadamente los edificios, talleres, equipos de dormitorio, comedor y bienes destinados por el gobierno federal para uso de los alumnos; respetar el funcionamiento de las sociedades de alumnos y la selección del personal, especialmente de los catedráticos, pero algo que las hace diferentes a otras instituciones, es la disposición de sus egresados para irse a laborar al lugar que les asignen sin importar la distancia o lo complicado para el traslado.
Gobernadores, autoridades educativas de todos los niveles y dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se han propuesto acabar con las normales rurales. En su momento Elba Esther Gordillo las detestó y las etiquetó como un semillero de guerrilleros.
Formalmente, durante dos sexenios Guerrero ha estado gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que siempre se ha declarado como defensor de la educación pública. Sin embargo, su mandatario hasta 2011, Zeferino Torreblanca, quiso reducir la matrícula escolar de la Escuela normal de Ayotzinapa y acabar con la “alumnocracia” y el “desorden”, que, según él, privaban en la institución. Se negó a dar empleo a alumnos egresados de esa institución porque afirmó que eran “vándalos” y había riesgo de que se convirtieran en guerrilleros, pues desde su formación ya pintaban para ello.
El gobernador Ángel Aguirre en una visita a la escuela se tomó la foto y se comprometió a resolver las demandas estudiantiles, dijo que el recurso para la dieta utilizada en la elaboración de sus alimentos diarios no debería ser menor a esa cantidad”, claro que no cumplió sus promesas y los jóvenes comenzaron a movilizarse nuevamente a comienzos de noviembre de 2011.
Cansados de que no se les hiciera caso, los normalistas tomaron la carretera, en ese diciembre fatal de 2011 igual y como lo hacen otros grupos sociales a los que el gobierno no escucha, sólo que ellos tuvieron como respuesta balazos y represión. Así funciona la democracia guerrerense, muy acorde a la democracia del Estado Federal mexicano.
Nuevamente el 26 de septiembre de 2014 el gobierno estatal y el gobierno federal se cubrieron de gloria, el tema de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa está ante los ojos del mundo,dando una imagen vergonzosa de México.
Ayotzinapa puede ser el detonante para que el hartazgo del Pueblo ante un mal gobierno lo debilite y hasta lo modifique tal y como se plasma en el artículo 39º de nuestra carta magna, la ciudadanía sensible y en especial los jóvenes tienen la palabra.
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