sábado, 3 de octubre de 2015

Explicar la crisis de las economías como la mexicana y otras en Latinoamérica y Europa, por decir las menos, sin una base teórica como el Marxismo expresado en El Capital, y en la Historia mundial a partir por lo menos de los siglos XV- XVI y XVII, es un ardid del neoliberalismo que niega la historicidad de la economía y pregona que en el capitalismo se acaba el mundo.
No se puede negar que las crisis en los sistemas económico-sociales, se dan cuando afloran contradicciones que estos llevan en su propia esencia, es decir en su propio surgimiento y desarrollo como tales.
El capitalismo surgió como negación de un sistema basado en la acumulación de territorios y servidumbre humana, en la acumulación de poder en los imperios, los reinos y los feudos propiedad de familias llamadas "Nobles" que tenían como práctica común de competencia, a la guerra de rapiña.
El capitalismo incipiente en su etapa o fase mercantil, impulsó los descubrimientos y la conquista de nuevos mundos como el nuestro,al que llamó primero Las Indias y posteriormente América.
Esa fase tenía aún el poder de los monarcas y los emperadores, pero llevaba en su seno la oposición de una clase muy dinámica y poderosa también, la Burguesía que pronto reclamó el poder político y una nueva forma de gobernarse llamada República, copiada de la romana y las modernas italianas que tantas fortunas le habían permitido fraguar en los siglos precedentes.
Acumular capital con conquistas y guerras de rapiña, con piratería,con explotación minera, forestal y estancos, con tráfico de esclavos, con tráfico de opio y cannabis a China, desde la India, etc.. Esa acumulación originaria de las fortunas actuales no tiene nada de edificante.
Felipe IV de España, persiguó a los funcionarios tranceros que se enriquecían usando sus influencias y poder político en nombre de la corona. (habría que aprender cómo le hizo).
Revoluciones como la inglesa, la norteamericana, la francesa, las de independencia en Latinoamérica, fueron fruto de nuevas teorías económico- políticas y de una filosofía que les sustentaba.
El capitalismo se consolidó como sistema económico- social y el liberalismo como la verdad y la representación de una mano invisible que lo movía todo y lo ponía en su justo lugar.
Industrial, financiero, especulativo, imperialismo, de estado y ahora neoliberal, el capitalismo ha tenido sus fases de desarrollo y en cada una ha enfrentado crisis que terminan en guerras de rapiña y de nuevos repartos de influencia mundial.
Inflación y volatilidad, no son sino parte del principio rector del sistema, la acumulación de capital en cada vez menos manos y la creación de mayor plusvalía. Entonces no puede negarse la Historia ni los principios de la economía como ciencia, pues si se tratan de explicar como fenómenos complejos e inéditos, se puede cometer un acto de soberbia y de engaño a la verdad.
Sí es complejo, tan complejo como puede tornarse un producto originado en la artificialidad y no en la naturaleza de la especie humana como tal. Tiene su origen infame y su desarrollo infame, eso no puede negarse. Tal vez nunca podamos desaparecerlo, pero sí sacudirnos sus cadenas como lo hacen algunos países que no tiene relaciones con los troikos ni con sus organismos mundiales, sin renunciar a las relaciones justas entre naciones. Y eso sí puede lograrse con gobiernos diferentes de los que tenemos hoy.

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